Por: Daniel Huizar

Debemos de tener claro que los sindicatos son instancias de asociación, lo que permite dar poder y voz a las personas. Un sindicato sólido ayuda a enriquecer a una democracia tan afectada en la actualidad por los intereses de solo unos cuantos, intereses que van más allá de velar por los derechos del agremiado. Los sindicatos sirven para concientizar y educar a sus miembros. Su presión permite a los trabajadores mejorar su situación económica y la de sus familias, además de ser gestores a la inclusión de nuevos proyectos en beneficio de la población o contexto que le rodea.

Tan solo en México, un trabajador sindicalizado aporta entre el uno por ciento y el cuatro por ciento de su salario mensual siendo una mina de oro para los sindicatos en nuestro país, viéndose afectado el bolsillo del trabajador y viéndose beneficiado el bolsillo del representante sindical. La Ley obliga a los sindicatos a la transparencia y a la rendición de cuentas, sin embargo, se desconoce si estos cumplen con lo establecido.

México cuenta con un millón 977 mil 354 trabajadores sindicalizados, según cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). Cada trabajador agremiado aporta entre 30.80 y 123.20 pesos mensuales, a sus respectivos sindicatos. Esta cantidad implicaría ingresos mínimos anuales de 731 a dos mil 924 millones de pesos para todo el gremio sindical. La pregunta obligada es: ¿A dónde se va todo ese dinero? ¿Quién lo administra? ¿Hay rendición de cuentas? Y más cuestionamientos que nos podemos hacer y probablemente no encontremos las respuestas.

La función del sindicalismo se ha desvirtuado por completo, se manejan más como bastión político electorero o incluso para la conformación de partidos políticos atendiendo intereses del poder en turno, o peor aún; mantener a través de las cuotas a dirigentes sindicales casi de manera vitalicia como el caso de Romero de Deschamps líder petrolero que se mantuvo 26 años en el poder o el mismo Armando Neyra Chávez con 32 años en el poder líder de la industria embotelladora, quien ya ha sido Diputado federal y Senador de la República.

Cabe señalar que, con la nueva Reforma laboral el trabajador, puede solicitar que no se le descuenten cuotas sindicales, además de dar garantías al trabajador si este decide no formar parte del gremio, generar un ambiente libre de discriminación y la no violencia, dejando al final lo más importante el fomento a la democracia sindical, la rendición de cuentas, la transparencia y al voto personal, libre, directo y secreto.

Recordar que las y los titulares de los sindicatos no son los representantes sindicales, es el trabajador, el hecho de que hayan solucionado un problema a un trabajador o agremiado no es un favor es una tarea y función del representante sindical, para ello fue elegido o elegida. Se debe de repensar la función del sindicato actualmente, si realmente velan por los intereses de los trabajadores o simplemente velan por los intereses personales de unos cuantos.

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