Por: Quetzal Herrera

En poco menos de dos semanas estará concluyendo el periodo de las campañas constitucionales, donde los partidos y candidatos habrán expuesto sus propuestas y mediante recorridos, entrevistas y manejo de redes, han buscado posicionar su imagen a fin de que el ciudadano conozca las alternativas electorales, y que ello nos ayude al momento de definir el sufragio; pero una parte que será fundamental el domingo 6 de junio, es la participación de las estructuras que a estas alturas ya deberán estar preparándose para la jornada, pues al ser una elección intermedia, donde históricamente no hay mucha participación, la movilización a través de estos entes se torna definitiva.

En este momento quienes pueden hablar de que tienen “aceitadas” sus estructuras, y que a pesar del paso del tiempo aún se puede hablar de ese “voto duro”, son el Partido Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI), quienes a través de los llamados subcomités y seccionales, respectivamente, pudieran ser la clave para la victoria en este proceso, aunado a que el tricolor se respalda en lo que sus sectores y organizaciones les aporten a la causa electoral, por lo que ahí podría recaer parte de la responsabilidad de ambos institutos políticos para que la alianza, junto con el PRD, puedan obtener el triunfo.

No podemos negar que todos los partidos tienen candidatos con buenos perfiles, preparados y con ganas de hacer bien las cosas por Durango, tanto en el Congreso de la Unión como en el local, el asunto es que sin una estructura que respalde las aspiraciones difícilmente se reflejará en votos, pues ha sido una constante la apatía social por participar en las urnas, y confiar en un “voto orgánico” no representará diferencia en el resultado, y quedará tan solo en el anecdotario de estos perfiles con buenas capacidades.

Ahora bien, también hay distritos locales que por sus características se distinguen por ciertas diferencias entre sí, hablamos por ejemplo del voto en las zonas rurales, donde los ciudadanos cuentan, en la mayoría de los casos, con una casilla cerca que les permite acudir; así como tradicionalmente ha sido en el quinto Distrito local, con características proclives al PAN, y donde han dejado un antecedente a favor blanquiazul, por lo que en el caso de este proceso se vislumbra que se mantenga esta tendencia.

Creo por otra parte, que si bien hay partidos como Morena y Movimiento Ciudadano que le han apostado a hacer compañas territoriales y de imagen, la estrategia en estos momentos debería estar radicada a la creación o fortalecimiento de sus estructuras, en caso de que ya estén completas, como ya ocurrió en el quinto distrito con la creación de los comités de defensa de la Cuarta Transformación (4T); asimismo al “ejército” que habrá de defender el voto el día de la elección, porque será común ver casillas sin representantes de éstos y seguramente de otros institutos políticos, ahí es donde las prioridades deben cambiar, y no hacerlo uno o dos días antes del “súper domingo”.

El gran reto para autoridades electorales y partidos políticos, con o sin estructuras electorales y políticas, es generar consciencia a favor de la importancia del voto, todo lo demás parte de propuestas muy similares, porque las necesidades en estos momentos son exactamente las mismas, solo faltaría ver que quien obtenga el triunfo, seamos los ciudadanos quienes exijamos que con su trabajo, den resultados.

Twitter: @Quetzalh