Por: Quetzal Herrera

Nos encontramos en la recta final de las campañas políticas, pues justo hoy estamos a una semana de que los candidatos y partidos logren desplazar un intento más por lograr conquistar el voto ciudadano, así como la planeación para jornada, pero más allá de lo que hagan o pudieron haber hecho durante estos días, me parece necesario analizar los posibles escenarios que dejarían los resultados del 6 de junio, porque como se ha dicho en repetidas ocasiones, será la base de lo que podría suceder en el proceso del 2022, con la renovación del gobernador del estado, por lo que de entrada será casi obligado que quienes aspiren a llegar al Bicentenario, sea desde el día siguiente de las votaciones que inicien su camino.

En el caso de que la mayoría de los espacios para el Congreso del Estado y San Lázaro sean para la alianza integrada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Revolucionario Institucional (PRI) y el de la Revolución Democrática (PRD), me parece que uno de los ganadores será el propio titular del ejecutivo, así como el presidente municipal de la capital, pues de forma natural esta elección también es una calificación al desempeño de sus administraciones; pero sin duda Aispuro Torres estaría proyectando el cierre de su administración con el respaldo del poder legislativo en el estado, quizá para sacar reformas pendientes y que puedan ser un sello de su Gobierno, aunado a que tendría “mano” con los dirigentes nacionales de estos partidos, para opinar respecto a que esta unión entre fuerzas políticas continúe para el próximo año, dejando un perfil afín a su proyecto político.

Por otra parte, si el resultado mayoritario favorece a Morena y el Partido del Trabajo, tendrían diversos escenarios, de entrada la “paternidad” del triunfo estaría repartida entre los dirigentes de ambos partidos, así como en los grupos políticos que representan; y estarían refrendando el proyecto de nación que ha venido buscando el propio López Obrador. El asunto se torna interesante para la definición del abanderado al Gobierno del estado, pues por un lado Gonzalo Yáñez tendría altas posibilidades de ser quien pueda determinarlo, si el PT mantiene el control de esta alianza; pero de igual forma no se puede descartar a Marina Vitela en caso de que su candidato Omar Castañeda, así como sus abanderados a las diputaciones locales, obtienen el triunfo; y de influir el resultado también a favor de los “morenos”, sin duda quien también estarían considerando es al doctor Enríquez.

Más allá de que se podría judicializar el proceso, y que se extienda unos días más con las denuncias, me parece que si en el caso de que partidos como Movimiento Ciudadano o algún otro obtuviera el triunfo en algunos distritos, de forma natural la legislatura estaría seccionada en tres partes, lo que le abonaría a la pluralidad partidista e ideológica, y donde ojalá pudiera prevalecer el diálogo como ha ocurrido con el actual congreso.

Es un hecho que Esteban Villegas Villarreal, Luis Enrique Benítez Ojeda, Marina Vitela, José Ramón Enríquez, Jorge Salum del Palacio y quizá dos o tres perfiles más, estarán teniendo mayor movilidad luego del 6 de junio, independientemente de los resultados buscarán posicionar un proyecto y grupo político, claro que la próxima administración estatal se mantendría de seis años, de no ser así, creo que esto daría un giro de 180 grados. Pero lo más importante es que la primer “aduana” está a semana y media, y veremos quién sí logra cruzarla, y quienes se quedarán en el camino.

Twitter: @Quetzalh