Por: Quetzal Herrera

Los primeros tres meses del 2020, o más, quedarán marcados en la historia mundial por diversas razones, entre ellas la circunstancia por la que atraviesa el precio del barril de petróleo que ha ocasionado un movimiento importante en los principales mercados de los países potencia en este sector y quienes en gran medida dependen sólo de esos ingresos como forma de sostener su economía, pues con la reducción de más del 50 por ciento en el precio del crudo, echa para abajo cualquier proyección, como el caso de Venezuela, que no tiene más alternativas concretas para hacerse de recursos; y en el caso de México tiene dos noticias, una buena y una mala, pues si bien no depende solo de lo que se produce, sí impacta en otros sectores, por lo que en los próximos días deberán existir estrategias en paralelo a la situación de la contingencia por la pandemia del Coronavirus, una tarea nada sencilla.

Sin duda la buena noticia tiene que ver con la reducción en el costo por litro de gasolina, pues en este momento tiene un precio de entre los 15 y 17 pesos, una reacción natural derivado primero de la poca demanda que ha existido en estos días a nivel mundial ocasionado por la contingencia, pero además también provocado por la guerra comercial entre Rusia y Arabia Saudita, quienes no han detenido su producción, lo que ocasiona que exista oferta pero poca demanda, y ello en automático deriva la caída del combustible también en nuestro país; no es una determinación del Gobierno porque tan solo se tiene el control en uno de los impuestos y en el costo logístico de su transportación por territorio nacional, y ambos aún no tiene ninguna modificación.

En este sentido, es positivo para quienes por cualquier situación tienen la necesidad de mantenerse activos como el sector alimenticio, pues a pesar de las sugerencias de mantenerse en casa, hay quienes sí tienen que mover sus productos, mismo que llegarán a la mesa de las familias; y en este caso la reacción lógica, por el bajo costo de los combustibles, ellos también deberían disminuir sus costos, ojalá así fuera.

Lamentablemente la mala es para el Gobierno Federal, pues a pesar de que el Presidente ha salido a exponer su postura de “haber bajado el costo de la gasolina”, lo malo es que con la disminución en el precio del barril la proyección que tenían en la Ley de Ingresos para el 2020 se vería afectada, pues de entrada en la elaboración del Paquete Fiscal para el presente año, estimaron que el barril de crudo andaría alrededor de los 49 dólares, y hasta este momento ha disminuido un 52 por ciento, por lo que oscila en los 29 dólares, es decir, los proyectos de obras que se tenían destinados para este año, sobre todo los que ha impulsado López Obrador como ícono de su Gobierno, es probable que sufran alguna modificación, pues estamos hablando que su administración estaría dejando de recibir poco menos de la mitad de lo que habían proyectado en uno de los rubros más importantes en la economía mexicana. Esto también traerá sus consecuencias en los estados pues se ahorcarían más con el poco flujo de recursos por parte de la Federación, asimismo en la aplicación de los programas sociales impulsados en el sexenio.

Estaremos a la espera de los planes emergentes que se deben promover por parte de las autoridades de los tres niveles de Gobierno, pues no basta la contingencia para tener a las familias mexicanas al pendiente del tema del COVID-19, y ahora también este tema tendrá pronto sus consecuencias para nuestro país; seguimos en medio de los dos escenarios.

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