Por: Quetzal Herrera

Hasta este momento es casi un hecho que el duranguense Manuel Espino se convierta en los próximos días en el “superdelegado” del Gobierno federal en nuestra entidad, es lo que se ha manejado y todo parece indicar que así será, pues de entrada, vía redes sociales, anunció su retiro como secretario de Gobierno en Naucalpan, donde fue invitado a colaborar desde el año pasado. En el momento en que esto que suena sea una realidad, el exdirigente nacional del Partico Acción Nacional deberá enfocarse en varias tareas que le permitan transitar en la política local, pues a pesar de ser originario de esta tierra, tendrá que trabajar para entrar de lleno a la dinámica que aquí se implementa; además esto le permitirá gobernabilidad para el desempeño de sus funciones y manejo de los recursos que se le asignan.

De entrada la primer tarea que, desde mi punto de vista, deberá estar trabajando, es en la relación tanto con el Gobierno del Estado como con los municipios, pues ha sido una constante en los últimos años que no exista coordinación entre los niveles gubernamentales, y Manuel Espino, con su experiencia dentro de la grilla, podrá concretar los acuerdos para que los planes que se quieran implementar en nuestro estado realmente tengan ese trabajo en equipo. De hecho el gobernador ya ha mencionado en días previos que tendrá total disposición de trabajar con la Federación a través de Espino Barrientos, quien llegaría con la aprobación directa del presidente, Andrés Manuel López Obrador.

Otro aspecto en el que deberá trabajar el ya casi “superdelegado”, y que ha Morena en verdad le ha costado desde su triunfo el año pasado, es en crear buena relación entre los representantes del Gobierno federal y el propio partido en el estado, pues al existir dos grupos que han estado en pugna permanente, en verdad no han necesitado ni siquiera enemigos o adversarios políticos, pues ambos están dentro de ese instituto político, por lo que Espino tendrá que ser el “factor de unidad” que el partido del Presidente necesita, quizá para trabajar en un proyecto propio o de alguien más, pero es un hecho que su presencia, trabajo y acuerdos políticos se encaminen a esta buena relación, pues quizá no ha quedado muy claro para los «morenos» que si no es a través de la unidad, los resultados para el 2021 serán muy similares a los de la elección de este año. Independientemente de candidatos, grupos y formas de pensar, Manuel Espino debe ser la balanza que equilibre a los mejores “gallos” que existan dentro de la administración y del partido, pues habrán de postular a cuatro abanderados para el mismo número de distritos.

Sin duda para lograr lo anterior, y que se traduzca en votos, Espino Barrientos deberá estar considerando que el trabajo que habrá de desarrollar, además de bajar al territorio la ideología de López Obrador, será que los programas que actualmente implementa la Federación realmente lleguen a los destinatarios, pues quizá un descuido que no se ha concretado es la verificación de que los apoyos económicos que se distribuyen en verdad tengan el destino para lo que fueron creados, pues de ello depende que las políticas de la «4T» generen buenos dividendos políticos, en el caso de Durango se verían reflejados en el 2021 y 2022.

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