La legitimidad
Por: Emmanuel Salazar
El fenómeno del abstencionismo ha vuelto a las jornadas electorales mexicanas, a grado tal que en Puebla sólo el 30 por ciento de los ciudadanos votó, una situación semejante al caso de Gómez Palacio, en donde la legitimidad de la autoridad queda en duda, por supuesto.
Para el caso del municipio de Durango, el abstencionismo alcanzó el 58 por ciento, ante lo cual el casi alcalde electo, Jorge Salum, atribuyó la ausencia de votantes a la pérdida de la confianza de los ciudadanos ante promesas incumplidas.
Todo indica que Salum logra su triunfo por poco más de 72 mil votos de los 472 mil ciudadanos de la lista nominal que tiene el municipio, lo que supone que el 15 por ciento del total de los enlistados le respaldó.
En el caso extremo de Gómez Palacio, de 251 mil 768 ciudadanos de lista nominal sólo votaron 75 mil 246 personas, y de ésas, 26 mil 629 lo hicieron a favor de Alma Marina Vitela Rodríguez, de Morena, lo que significa que sólo el 10.5 por ciento del listado nominal la respaldó.
Todo lo anterior implica que la minoría decidió que Salum y Vitela puedan asumir como autoridad, pero ese mandato debe ser potenciado a través de la inclusión, y por qué no de la recuperación de la confianza como planteó Salum en entrevista el domingo por la noche en su celebración.
Ojalá en el siguiente trienio Salum y Vitela logren abrir sus Gobiernos a la participación ciudadana, a la que deberán alentar a incluirse en la toma de decisiones, porque desgraciadamente los mexicanos, y por supuesto los duranguenses, no conocemos la participación comunitaria.
A principios de mayo, asumí la presidencia de Periodistas y Profesionales de la Comunicación, organización comunitaria que busca eso efectivamente, la participación de organismos intermedios en la toma de decisiones de nuestra sociedad.
En Estados Unidos pululan las organizaciones comunitarias, y son, en los hechos, contrapesos que hoy de alguna manera evitan que el presidencialismo haga su voluntad sin tomar en cuesta opinión de nadie.
En nuestro México, ante los visos de un presidencialismo sordo, debemos articular aún más todo tipo de organizaciones, pues sólo así habrá contrapesos, ya que los partidos políticos están desfasados, desligados de la sociedad y para prueba la elección del domingo.
Las nuevas autoridades municipales deberán reinventarse, y deberán reconquistar la confianza, como lo dijo Salum, para así alentar la participación.