La oposición temerosa
Por: Ernesto Escobosa
A partir de que la izquierda mexicana se hizo competitiva empezó a postular caudillos como candidatos a la Presidencia de la República, en seis elecciones únicamente presentó a dos personajes, Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, cada uno compitió en tres ocasiones desde 1988 a 2021, año en que por fin le ganaron al PRI y al PAN de una forma por demás contundente.
México entró a un periodo en el que los intereses cambiaron y la correlación de fuerzas políticas y económicas también, quienes antes tuvieron el poder público en consecuencia son los opositores de ahora y es evidente que no están sabiendo cómo interpretar al
presidente para poder acotarlo y llevarlo a un escenario de negociación, lo cierto, es que
López Obrador ha demostrado una y otra vez que seguirá gobernando como si los políticos opositores no existieran.
Andrés Manuel sabe que mientras tenga el control de los expedientes de corrupción que se fueron integrando a lo largo de las administraciones federales y estatales del PRI, PAN y PRD, no tiene la necesidad de cederles nada para evitar que se conviertan en una verdadera amenaza para su proyecto político, con Alejandro Moreno Cárdenas y Rubén
Moreira en el liderazgo partidista y legislativo no se le complicará al Presidente construir, cuando sea necesario, la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, ya que ambos tienen fundados señalamientos de corrupción a su paso por las gubernaturas de Coahuila y Campeche.
El Partido Acción Nacional tiene también bastantes casos de deshonestidad en el ejercicio político, varios de sus exlegisladores, gobernadores, incluso, su excandidato presidencial,
Ricardo Anaya han incurrido en notorios casos de corrupción, varios de ellos documentados públicamente a través de vídeos que mostraban las maletas de dinero que recibieron por haber vendido sus votos en el Senado de la República para aprobar una Reforma Energética que degradó más a Pemex y a la CFE para fortalecer desproporcionadamente los ingresos de empresas mexicanas y extranjeras.
Los partidos de oposición no tienen figuras nacionales con las características necesarias para ganar la Presidencia de la República en 2024, los principales discursos que se contraponen y contrastan son los de los expresidentes, Fox y Calderón y últimamente se les sumó con un mayor activismo Diego Fernández de Ceballos, los tres con una cuestionable trayectoria pública.
Los partidos políticos opositores están tan deteriorados que no logran siquiera que sus posicionamientos sean tomados en serio, vaya, ni siquiera les contesta alguien más allá de Mario Delgado, la oposición más consistente se está expresando fuera de los partidos, el empresario Claudio X. González tuvo la capacidad de crear el “PRIANRD” como fuerza electoral, maniobró hábilmente para construir una sola opción de la suma de debilidades.
La periodista Lilly Téllez ha sabido desplegar una buena narrativa de oposición desde el
Senado de la República, Carlos Loret y Víctor Trujillo con su personaje de Brozo le han generado algunas crisis mediáticas a la 4ta. Transformación, pero de ahí en más, ni se ven ni se oyen aquellos que deberían jugar un rol crítico, que cuestione y contra proponga en relación a la toma de decisiones del Presidente de la República, de Morena y de sus grupos parlamentarios en el Congreso de la Unión; México tiene una oposición muy pequeña y sin mucho margen de maniobra, evidentemente demasiado temerosa de la UIF y FGR.
Twitter: @ernestoescobosa