Por: Alejandro Flores de la Parra

La pandemia del Coronavirus que provoca el SARS-CoV-2 y las restricciones que causó para evitar su propagación, ha resultado una pesada losa para la economía del mundo y, Durango, no ha sido una excepción. Algunas estrategias se han llevado a cabo por parte de los tres órdenes de Gobierno y los ciudadanos esperamos ver resultados pronto, para vernos afectados, lo menos posible.

Una de las estrategias y, sin duda, una de las más importantes, es darle continuidad a la obra pública, que sabemos significa derrama y activación de flujos de efectivo. La administración municipal de Durango, ha enfrentado adversidades presupuestales desde el inicio, pero lejos de detenerse en ese rubro, a decir del director de Obras Públicas Municipales, Rodrigo Mijares Casavantes, se le está apostando a lograr una mejor conectividad e infraestructura, conforme a las instrucciones del alcalde, Jorge Salúm del Palacio, ya que la gestión de recursos e impulso de obras han sido una prioridad.

Además de las acciones consumadas, como el rastreo de caminos que mejora el acceso, en beneficio de más de 17 mil habitantes; los miles de baches atendidos; la atención a escuelas en apoyo a su infraestructura; la atención de banquetas del Centro Histórico; la restauración de piezas del museo de arte funerario Benigno Montoya y de otros monumentos; actualmente trabajan en los proyectos ejecutivos para llevar a cabo, próximamente, la construcción del Túnel «El Durangüeño», que vendrá a resolver una necesidad a más de 35 mil personas que cruzan el bulevar Armando del Castillo. Así mismo, prevé la rehabilitación de 10 espacios públicos; la pavimentación integral de 20 calles y vialidades; la recuperación total de la fuente de Los Delfines; mantenimiento vial y a 15 pozos de recarga freática, para regresar al manto acuífero en menor tiempo el agua de la superficie.

Esas acciones, pocas veces parecen incidir en la economía, pero la derrama que genera, normalmente, ayuda a detonar de forma más rápida las pequeñas economías, generando flujos de efectivo que, al final, benefician a toda una cadena productiva. A esto, debemos sumarle que las obras están orientadas a un beneficio social que perdure y que, como el caso de la conclusión del colector pluvial Andrómeda, no son obras de relumbrón, que muchas veces se ven más de lo que sirven, sino que garantiza, en este caso, la seguridad de más de 28 mil duranguenses ante el riesgo de inundaciones y que se lleva a cabo de manera conjunta, entre el gobierno del estado y el Gobierno municipal.

Así, entonces, aunque los ciudadanos muchas veces esperamos que los gobiernos muestren su trabajo ante la situación epidemiológica actual, en forma de apoyos directos, que sin duda son muy necesarios; también el que permanezcan activos, trabajando en acciones sustantivas que deriven en un beneficio indirecto para la sociedad, abona a que las afectaciones aminoren. Hacen falta muchas cosas más y difícilmente, lo que hagan, será suficiente, pero en este momento habrá seguir trabajando y a buscar darle, para que levante.

Twitter: @AlejandroFdelaP