LA PALABRA DEL GIOCONDO… Con melón o con sandía
Por: Alejandro Flores de la Parra
La pasada elección local dejó dos cosas muy claras: que Morena no está muerto y que, el PAN y el PRI, necesitan ir juntos a la gubernatura.
Por un lado, Morena, el partido más votado en el estado, con poco más de 180 mil votos, habrá de considerar seriamente incluir al Partido Verde en una coalición en la que, seguramente, le daría un mayor capital que el Partido del Trabajo, pues los casi 39 mil votos que los del partido del tucán lograron en 2021, habrían asegurado el triunfo para una coalición Morena-PT-Verde en los distritos 14, con cabecera en Cuencamé y 15, con cabecera en Nombre de Dios; mientras que en el 13, con cabecera en Lerdo, habrían logrado un empate técnico que se habría decidido, seguramente, en tribunales; al mismo tiempo que habrían dado una fuerte competencia en el distrito 6, con cabecera en Pueblo Nuevo, que cerraría la elección por cerca de dos mil votos.
Lo anterior hace suponer que, el mejor socio para Morena, era el Verde, que logró un 43 por ciento más de votos que el PT; sin embargo, históricamente, la capital del estado suele ser determinante para definir al gobernador, donde el PT logró 8 mil 960 votos, mientras el Verde solo logró tres mil 692; este último tuvo su fortaleza en los distritos con cabecera en Pueblo Nuevo y Nombre de Dios, 6 y 15, donde logró 15 mil 855 votos, mientras que el PT solo obtuvo tres mil 185. Con estos datos, sería un error menospreciar el capital que ofrece cada uno de estos partidos, con quienes tendría la posibilidad de negociar más posiciones, gracias a las 39 elecciones municipales de 2022, lo que les permitiría ser un grupo sólido que, en 2021, significó 238 mil 69 sufragios.
En el otro frente, el PRI fue el partido más votado, con 133 mil 160 votos a su favor, mientras el PAN logró 103 mil 211, una diferencia de 30 mil votos que, de no haber facturado en conjunto, contra los votos obtenidos solo por Morena, les habría hecho perder 12 de los distritos que estaban en disputa, por lo que a pesar de que el PAN se jacta de haber podido ganar en lo individual los distritos 1 y 5, mientras que el PRI puede presumir sus resultados en el distrito 4, todos en la capital, la realidad es que, sin coalición, los resultados electorales habrían sido una catástrofe inimaginable que habría dejado tristeza y caras largas en ambos institutos políticos.
Con la definición de las candidaturas tan cerca, es momento que ambos equipos se sienten a negociar en pos de ser, juntos, más fuertes, pues está visto que la siguiente elección se podría definir por muy poco. Aquí será muy importante, también, el papel que pueda jugar Movimiento Ciudadano que, si no quiere hacer otro ridículo, seguramente tendría que aliarse, pues al igual que la ciudadanía, tendrá que decidirse si va con “melón” o con “sandía”.
Twitter: @AlejandroFdelaP