Por: Alejandro Flores de la Parra

En la política, hay señales que se mandan con imágenes, con declaraciones, con las posiciones en que se distribuye la gente en una fotografía, con un tuit o, mejor aún, con acciones. En el caso de la designación del candidato para suceder al gobernador de nuestro estado, hay muchas especulaciones sobre si será el propio partido en el poder, el Partido Acción Nacional (PAN), quien lo decida, o si su nuevo asociado político, el PRI, será quien tenga mano. Las razones de la especulación, son varias, pero principalmente, en ambos grupos se dicen merecedores por los números y resultados de la elección 2021.

Mientras todos hacemos análisis sobre la numeralia, sobre los perfiles más fuertes y sobre quiénes tienen más cercanía a los puestos de poder que podrán definir la designación, hay mensajes claros que se han ido dando en los últimos días. El más reciente, el evento realizado en las instalaciones del Bicentenario, donde el gobernador José Rosas Aispuro Torres, presentó los trabajos y avances en obra pública que se están dando en la capital, donde estuvo acompañado del alcalde Jorge Salum.

La lógica dice que, siendo obra ejecutada en la capital, la figura del alcalde esté presente, pero la oficialidad y participación que se le da, en una presentación conjunta que no le pone en un segundo plano sino a su derecha, en un doble podio, dice mucho que la sola difusión de la misma. Aunque aún no se anuncia como candidato, sin duda, lo pone en una plataforma muy elevada, donde nombres como Héctor Flores, Javier Castrellón o cualquier otro panista con aspiraciones, legítimas o platónicas, está muy lejano.

Nada está definido y falta ver qué negociaría el PRI, pero ya se habla de una mancuerna que impulse a Gabriela Hernández, la diputada electa que arrasó en su Distrito, como candidata a la alcaldía de la capital. Además, podría tener una presencia predominante en las candidaturas a las 38 alcaldías restantes, lo que les daría presencia en el estado y quizá un arreglo que sea conveniente.

Por lo pronto, mientras se decanta la estrategia electoral, es importante no perder de vista a sus rivales que, si bien, podrían destrozarse solos como en otras ocasiones, hoy, representan un rival fuerte que no se puede menospreciar. Además, es imperativo que se siga mostrando una sinergia operativa entre las administraciones estatal y municipal que pueda reforzar la idea de renovar votos con la sociedad, mientras se siguen mandando mensajes políticos que son más claros que el agua.

Twitter: @AlejandroFdelaP