Por: Alejandro Flores de la Parra

Dicen que en la guerra y en el amor, todo se vale. Hay quienes aplican la misma filosofía en la política y es el caso de la lideresa sindical del Ayuntamiento capitalino con licencia, hoy convertida en flamante candidata a una diputación, Alicia “Lichita” García, quien utiliza como escudo político a sus compañeros trabajadores, para buscar obtener un beneficio político.

La poco célebre “Lichita”, recién acaba de aceptar su responsabilidad en el desvío de recursos del Ayuntamiento por más de 900 mil pesos, por los que se le llevó a juicio y que, aprovechando las ventajas y beneficios del sistema de justicia, habrá de pagar en parcialidades.

El pasado viernes, el presidente municipal, Jorge Salum del Palacio, aclaró que las situaciones señaladas por la aspirante al fuero constitucional que le otorgaría una eventual diputación federal (aunque se percibe más que lejana), son meros intentos por politizar el tema en su favor, señalado que el contrato colectivo celebrado por la administración y los trabajadores está bajo una minuciosa revisión, pues existen elementos clausulares que laceran las finanzas municipales, como el hecho de que existe personal adscrito al Sindicato, que no realiza ninguna función en favor de la administración, aun cuando la nómina sí está cargada al Ayuntamiento, lo que supone, en mi opinión, un gasto innecesario e injusto de los recursos de los contribuyentes, sin que se vea reflejado en la mejora de servicios o acciones de la administración, en favor de la sociedad.

Bajo esta premisa, es importante resaltar que el alcalde señaló que siguen efectuándose revisiones y auditorías a los recursos que estuvieron bajo su control, e incluso adelantó que ya se tienen elementos para presentar, próximamente, más denuncias respecto a las irregularidades detectadas, ante las autoridades judiciales.

Sin duda, los tiempos electorales hacen, a partidos y candidatos, utilizar cualquier tema para presionar, señalar o victimizarse, más cuando el resultado de sus campañas no está siendo ni cercano a lo esperado, por lo que este tipo de situaciones, seguramente las seguiremos viviendo hasta pasado el 6 de junio. Sin embargo, los ciudadanos debemos estar pendientes para saber discernir entre señalamientos reales y meros intentos para desviar atenciones o incluso mentir, deliberadamente. Más importante, aún, debemos estar atentos para no permitir que, quienes han hecho de la función y/o el servicio público un negocio interminable, sigan teniendo posiciones de poder que les permitan seguir viviendo de los contribuyentes, porque no hay mal que dure cien años, ni… que se los aguante.

Twitter: @AlejandroFdelaP