La vulgarización de la política
Por: Ernesto Escobosa
Durante este proceso electoral, el sistema político parece haber bajado un escalón más en cuanto a la vulgarización e improvisación de candidaturas y campañas; en la mayoría de los casos no se nota un trabajo profesional, muchos candidatos se han esmerado en atraer la atención del electorado con bailables y otros hasta cantando. Tal vez sea mejor así porque cuando hablan está peor. Los grandes problemas nacionales son los mismos desde hace décadas, solo se han hecho más complejos y se han diversificados y esto se explica, precisamente, porque los políticos son cada vez más ignorantes y están más limitados, es evidente que en muchos casos ni siquiera comprenden los temas que se debaten en el Congreso de la Unión y en los congresos estatales.
El atraso y los fracasos de México en diversos ámbitos son directamente proporcionales a las capacidades de los servidores públicos, más allá de los altos niveles de corrupción institucional, la falta de preparación y el desconocimiento de los mínimos referentes de lo que son las políticas públicas está propiciando una notoria infuncionalidad de las estructuras gubernamentales. Se ha vuelto común que las administraciones gubernamentales dejen al país y a los estados en peores condiciones que como los recibieron; los gobiernos en todos sus niveles, los tres poderes de la federación y los estatales se han convertido en fábricas de nuevos ricos, el enriquecimiento desde el servicio público ya es una forma colectivamente aceptada de movilidad social.
México desde hace muchos años no se encuentra en un buen momento, si bien es cierto la pobreza siempre ha estado presente y ha sido parte fundamental de la historia nacional, la violencia cada vez se arraiga más como parte de una normalidad distorsionada; las bandas delincuenciales gradualmente se convirtieron en pequeños ejércitos que se disputan el territorio con las fuerzas armadas y cogobiernan con las autoridades civiles. La economía cada vez está más sujeta a los controles fiscales exagerados, la competitividad cada vez decae más por la inseguridad jurídica, la debilidad institucional y la carencia de un estado de Derecho basado en el principio de autoridad, el escenario es similar al de varios países sub saharianos; la ruta parece ir encaminada hacia el estado fallido desde hace al menos 15 años. Los tradicionales programas de asistencia social deben ser transformados en instrumentos que propicien que los beneficiarios se esfuercen, que utilicen su creatividad y se estimulen para tratar de superar su situación de carencia económica; cuando las personas reciben bienes, dinero o beneficios a cambio de nada, no solo se deterioran en cuanto a su dignidad, sino también en cuanto a sus capacidades productivas.
La situación de México y de la mayoría de los estados, no están para tratarla con bailes o cantos, se necesitan análisis de fondo y propuestas serias que le puedan dar viabilidad a una sociedad que cada vez tiene menos opciones y oportunidades para desarrollarse; los políticos son los principales responsables del deterioro económico y social, precisamente porque son ellos quienes toman las decisiones que afectan a toda la colectividad y honestamente, la gran mayoría no parecen tener la capacidad ni para hilar coherentemente tres frases juntas, mucho menos para transformar la realidad a través de las leyes y los instrumentos institucionales.
Ahora sí se lucieron los partidos políticos con estos candidatos que postularon, una buena parte desconocidos salidos de la nada y el resto bastante desprestigiados, pocos son a los que se les puede tomar en serio.
Twitter: @ernestoescobosa