Los organismos de intermediación y la 4T (Tercera parte)
24/11/2020 - Hace 4 años en MéxicoLos organismos de intermediación y la 4T (Tercera parte)
Por: Sergio Duarte Sonora
En el proceso histórico que venimos señalando desaparecen partidos como el PARM, El PPS, el PFCRN (antes PST) que fueron considerados paleros del régimen; sobreviven y protagonizan el momento el PAN, el PRI y la izquierda agrupada en el PRD y además surgen nuevos institutos políticos con una fugaz vida en el escenario político neoliberal, sobreviviendo a esta marejada histórica el izquierdista y coyunturero Partido del Trabajo y el multifacético y acomodaticio Partido Verde Ecologista.
La marejada ciudadanizante es el factor clave que termina transformando las condiciones estructurales que viabilizaron durante décadas la reproducción del priismo como un fenómeno político cuasi natural en la sociedad mexicana.
Además, el fin de milenio procrea una generación (millenials) que ya no concebirá al PRI como el partidazo invencible y comenzará a votar fuera de los moldes políticos que el nuevo milenio dejará atrás, y este actuar ciudadano permitirá el surgimiento de nuevas opciones políticas y la búsqueda de nuevas rutas, que llevan a su vez a otear en el horizonte solo figuras borrascosas, imprecisas, intangibles, inciertas del deber ser social y político.
La globalización, la internacionalización del capital y la nueva revolución tecnológica en materia de comunicación (internet) propician una transformación social impresionante. Fin de una época marcada por las certidumbres ideológicas y el nacimiento de otra época marcada por la incertidumbre, lo temporal, lo relativo, lo nada definitivo. Se inicia la era de la posmodernidad.
En lo político las preferencias, las adhesiones y por ende el voto ciudadano, se otorgan por el momento y nunca para siempre; las militancias partidarias son fugaces y el compromiso político e ideológico está en función de la coyuntura y lo que arrojen las encuestas de opinión.
Actualmente en México, el nuevo bloque dominante no tiene como columna central un partido, sino un líder carismático y un movimiento que por su amplitud es variopinto. ¿Hacia dónde va Morena? ¿Hacia dónde van los históricos PAN, PRI y PRD?, ¿Cuánto durarán los partidos recién constituidos que posiblemente se alinearán con el bloque dominante? Nadie lo sabe.
Tomando en cuenta este marco, el afán de AMLO de acabar con el intermediarismo no tiene futuro, pues tendría que acabar también con los partidos políticos como vehículos constitucionales que tienen los ciudadanos para acceder al poder, claro ahí están las famosas e inoperantes candidaturas ciudadanas. En un sentido amplio los partidos políticos son organismos de intermediación que juegan un rol fundamental dentro de un sistema político democrático; al igual que las organizaciones sociales; se antoja absurdo y hasta imposible en esta etapa histórica que desaparezcan por decreto y se establezca un vínculo directo entre el ciudadano (individual) y el Estado.
Las que sí están a punto de desaparecer son las decenas de organizaciones que fueron cobijadas bajo el manto protector del Pacto por México en el paroxismo del saqueo neoliberal de los recursos nacionales. La mayoría de las organizaciones de izquierda renegaron del PRD y se fueron a la cargada morenista apoyando a AMLO en el 2018. Se tiraron a matar, pensando que nada le debían al partido del cual nacieron y gracias al cual bebieron las mieles del poder; hoy algunos como verdaderas magdalenas lloran, repatean y reniegan del “macuspano” y sin pudor alguno se alinean con la derecha dispuestas a cobrar con sangre la afrenta recibida: Las llaves del presupuesto público se cerraron –bueno al menos el modus operandi dominante-.
Otras organizaciones con mayor dignidad y visión, se repliegan esperando que el péndulo oscile en sentido contrario y con paciencia estratégica aguantarán lo que resta del sexenio amloísta e intentarán volver por sus fueros sin entregarse a los intereses oligárquicos que están siendo desplazados.
Son aquellas organizaciones sociales y campesinas que lograron construir una base productiva sólida en el llamado sector social y podrán resistir y emergerán con fuerza en el escenario porvenir.
Por lo pronto los miles de organismos (membretes) cobijados por la Ley de Fomento a las Organizaciones de la Sociedad Civil tienden a desaparecer al igual que las empresas fantasmas creadas para triangular y desviar dineros públicos; solo aquellas que hayan aprovechado el recurso público para hacer realidad el objeto social para el que fueron creadas, resistirán el jalón y podrán decirle a AMLO después del 2024: Los muertos que vos mataste gozan de cabal salud.
Mientras tanto AMLO y un grupo de sus colaboradores seguirán con la cruzada de acabar con los intermediarios, con los coyotes, aunque muchos de los actualmente perseguidos o cuando menos vetados (fuera del presupuesto) hayan apostado su resto en el 2018 con tal de ver a AMLO como Presidente. Paradojas e ingratitudes de la política.
Lo cierto es que los organismos de intermediación campesinos, obreros, empresariales, de profesionistas con base y demandas auténticas seguirán siendo protagonistas en la vida nacional en plena era de la posmodernidad.