Los traidores a la patria
Por: Gilberto Jiménez Carrillo
El delito de traición a la patria es una cosa muy seria. En 1819, el general Simón Bolívar mandó fusilar aproximadamente 300 soldados, entre ellos, uno de apellido Vinoni, acusado de entregarle información a los españoles para que ocuparan el fuerte de Puerto Sabello. Poco después de la batalla, al momento de pasar revista y descubrirlos entre las tropas, Bolívar ordenó su fusilamiento. Es cosa muy seria hablar de traición a la patria, se trata en primer lugar de un tema de ética política y de conciencia personal, pero también de un asunto de carácter penal. La traición a la patria, es un delito verdaderamente grave, inexcusable, que debería dirigirse contra los que hubieran atentado contra el interés superior de la Nación.
La alta traición, es un delito que consiste en cometer un acto de extrema deslealtad respecto a un país o a su jefe de Estado. Tradicionalmente, se ha entendido como delito de alta traición el cometido contra el jefe del Estado, o contra el honor, la seguridad o la independencia del Estado. La corrupción e impunidad prevaleciente durante todo el periodo neoliberal de Carlos Salinas de Gortari a Enrique Peña Nieto, no solo representó un saqueo de los recursos públicos, sino, sobre todo, un acto de traición a la patria, pues se vulneró la soberanía nacional y la estabilidad de los intereses nacionales. Dicho de manera llana, además de ladrones fueron traidores.
El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha sido el único que se ha atrevido a encararlos y denunciarlos jurídicamente con apego al artículo 123 de la Constitución de la República de 1917. Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, saquearon a la nación mexicana, lo cual no solo es un caso de corrupción e impunidad, sino también de traición a la patria. A estos expresidentes a los que el pueblo confió la nación, les importó un comino la soberanía de México y sus intereses fueron otros. Todos aquellos que se han aprovechado del Coronavirus para robar las arcas públicas y distorsionar la información para obtener ganancias políticas y económicas también son traidores a la Patria. Así también, cometen delitos de lesa Patria y de lesa humanidad, los que multiplican por miles los precios de medicinas e implementos básicos para combatir enfermedades.
Traición a la patria también es haber empobrecido a una nación, robar y dejar robar a manos llenas, permitir tanta inseguridad y violencia en el país a pesar del dolor de millones de mexicanos. Este tipo de acciones de total deslealtad a la nación y a sus habitantes, son extremadamente graves y en consecuencia pueden ser consideradas delito de alta traición a la Patria. Por culpa de los gobiernos anteriores, hoy en día el concepto y el sentimiento de Patria anda por los suelos. Ante esta realidad es necesario que los mexicanos reflexionemos y no consideremos a la Patria como un concepto obsoleto e innecesario, quizá esto sea lo verdaderamente valioso de la polémica que se ha desatado ante el caso de la acusación por traición a la Patria en contra de Luis Videgaray, dedo chiquito de un personaje chiquitito como lo fue y lo es Enrique Peña Nieto.
En épocas pasadas, a los traidores se les condenaba a muerte: Los romanos a la hoguera, los españoles al garrote, los franceses a la guillotina; en otros países se los fusilaba. En base a los anteriores cuestionamientos, definiciones legales y puntos de vista, como se consideraría al ex súper secretario Luis Videgaray, ¿Vulgar ladrón o traidor a la Patria?
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