Por: Gilberto Jiménez Carrillo

Tiene una personalidad que se activa de inmediato con los asuntos que le interesan, entusiasmo chispeante y don de palabra que usa para animar a su audiencia como así lo demostró en su reciente intervención en la 74 asamblea a de la Organización de las Naciones Unidas. Marcelo Ebrard ha demostrado capacidad de Gobierno y tiene una clara visión sobre la sociedad a la que aspiramos, sobre el Estado que merecemos y sobre las vías para conseguirlo. Marcelo es un político moderno y profesional que llegado el momento, tiene la capacidad de encabezar importantes fuerzas políticas y ciudadanas que cambien el rumbo. El país no puede cambiar si se tiene la misma burocracia y la misma forma de hacer política. Cuando Marcelo Ebrard comenzó a gobernar la ciudad de México en el 2006, invirtió su propio prestigio en un Gobierno efectivo. Empezó a tomar decisiones en la ciudad demostrando que tenía carácter. Se observó de inmediato que iba a poder con la ciudad y no sólo por sus actos de valentía, sino por su eficacia política. Manuel Camacho Solís hablaba de las cualidades de Marcelo Ebrard diciendo que tenía una enorme capacidad de entender los problemas, imaginación para encontrar las soluciones y, al mismo tiempo, disciplina y carácter para combatir a los adversarios. Conforme transcurría el tiempo, Ebrard fue entregando buenos resultados: Extendió la red de transporte, estableció una política de recuperación de espacios públicos, cerró Paseo de la Reforma para que la ocuparan los domingos los corredores, los ciclistas y las familias de paseo. Aisló a la Ciudad de México de los tiroteos, cadáveres en los puentes y descabezados de otras zonas del país, extendió los derechos de los habitantes de la ciudad, logró que el Distrito Federal se convirtiera en la zona de mayor competitividad económica del país, atrajo inversión, renegoció la deuda y, en fin, cabildeó efectivamente para que la fundación City Mayors le otorgara el premio Alcalde del Mundo en diciembre de 2010. El hecho de haber dado a los habitantes del DF un nivel de seguridad mejor que cualquier otra ciudad semejante en el país, llamó mucho la atención incluso de otras partes del orbe que se dieron cuenta que con Marcelo Ebrard como gobernante de una de las ciudades más grandes del mundo, era posible generar buenos resultados. Una dinámica política colegiada y de consenso que pueda atraer a intelectuales, empresarios, clase media, causas ambientales, la defensa de los derechos humanos y las libertades, de la equidad de género y las nuevas y diversas reivindicaciones de las generaciones más jóvenes es lo que propone un político de vanguardia. México ha comenzado a recuperar la confianza en sí mismo y eso se debe sin duda a la estupenda labor que realiza nuestro Secretario de Relaciones Exteriores. Marcelo Ebrard es un político que ha demostrado resultados, que ha dejado huella y que tiene prestigio internacional…, lo cierto es que nos hacen falta liderazgos con nivel. No hay que desaprovecharlo, pues perfiles exitosos como el de Ebrard Casaubón no son fáciles de construir.

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