NOVENO CÍRCULO… ¿Alguien ha visto al Estado laico?
03/04/2020 - Hace 5 años en MéxicoNOVENO CÍRCULO… ¿Alguien ha visto al Estado laico?
Por: Fhernanda Simental L.
Allá por 1999, el entonces candidato a la Presidencia de la República, Vicente Fox Quezada, comenzó a incluir la imagen de la Virgen de Guadalupe en su campaña presidencial, lo que desató la inusual furia del Gobierno del también entonces presidente, Ernesto Zedillo Ponce de León, que desde Los Pinos lanzó un comunicado oficial, en el que fustigó la utilización de la imagen religiosa llamando al gesto “un símil burdo que (Fox) pretende hacer entre figuras paradigmáticas de las libertades nacionales, como Miguel Hidalgo, es simplemente ridículo”.
Más tarde, cuando Fox ganó las elecciones en el 2000 y tomó protesta como nuevo presidente, fue “regañado” por los partidos Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática por haber vulnerado la Constitución al apartarse del protocolo durante la ceremonia de investidura y atentar contra la laicidad de la banda presidencial al sostener entre sus manos un crucifijo de madera. Luego llegaría Felipe Calderón Hinojosa, quien abiertamente declaró prefería perder votos que negar su religión y sus valores, lo que fue usado también por sus detractores para remarcar la esencia conservadora que le envolvía.
Hoy, Andrés Manuel López Obrador se ha convertido al año de mandato, en el Presidente que más ha citado versículos de la Biblia en discursos y mañaneras, pero no solo eso, se ha convertido en el Presidente mexicano que sin disimulo incluye la participación de sectores religiosos en acciones oficiales, como la evangelizadora cartilla moral, o bien, mostrar sus amuletos religiosos en actos oficiales, dejando atrás el antecedente izquierdista de ir en oposición a acciones consideradas conservadoras, como el apego a la Iglesia y la religión.
Es supremamente paradójico que quien usa de estandarte la figura de Benito Juárez, lance frases como: “No se puede ir a la iglesia los domingos, ni se puede ir a los templos si se es deshonesto”, o el “detente enemigo que el corazón de Jesús está conmigo”, mientras a su espalda lo observa Benito Juárez desde el emblema de la Cuarta Transformación, quizás preguntándose, “¿Dónde carambas quedó el Estado Laico?”, o bien cuestionando para dónde se fueron sus años de lucha por quitar los privilegios de la Iglesia, quitándole toda injerencia en los asuntos civiles.
Y es que, el compromiso que tuvo Benito Juárez con la separación de Iglesia-Estado fue prioritario a través de toda su vida política, cristalizándose a través de la promulgación de leyes donde se desamortizaron lo bienes de la Iglesia, se estableció el matrimonio como un contrato civil, el registro de las personas quedó a manos del Gobierno y no de las iglesias, se puso fin a la intervención del clero en los cementerios, se prohibió la asistencia oficial a funciones religiosas, la religión católica dejó de ser la única permitida, se estableció la libertad de cada persona a profesar el culto de su elección, se secularizaron hospitales y establecimientos de beneficencia, y se decretó la exclaustración de monjas y frailes, entre otras acciones.
Enumerar las veces que Andrés Manuel ha atentado contra el Estado laico es harto extenso y no podría plasmarlo en su totalidad, pero bien vale la pena que en esta cuarentena compren (vía Internet, no salgan de sus casas), el libro del sociólogo Bernardo Barranco, “AMLO y la religión: el Estado laico bajo amenaza”, no sólo para conocer como la religión se ha convertido en un activo político, sino también para comprender por qué está mal que desde el Estado se presten bienes y se auspicien actos de un determinado sector religioso.
Twitter: @Fher_Turkita