NOVENO CÍRCULO… Comunicar en tiempos de contingencia
07/05/2020 - Hace 5 años en MéxicoNOVENO CÍRCULO… Comunicar en tiempos de contingencia
Por: Fhernanda Simental L.
Son pocos los países que verdaderamente estaban preparados para hacer frente a una pandemia, pero son aún menos los que tenían clara una estrategia de comunicación para informar a la gente de manera adecuada y eficiente, tanto como el comportamiento y avance de los contagios, como sobre las previsiones que se deben tomar en la contingencia.
Es obvio, las situaciones de emergencia pueden tomarnos desprevenidos, sin embargo, un Gobierno previsor tiene un plan de contingencia preparado, por lo que su reacción ya debería estar trazada y deliberada, si no, al menos tendrían un plan maestro para emergencias y desastres a partir del cual se modificaría para adecuarlo al imprevisto que se presenta.
Japón no estaba listo para una bomba atómica; Rusia no estaba preparada para el desastre nuclear de Chernobyl; Estados Unidos no estaba listo para el ataque terroristas al World Trade Center el 11 de septiembre y el mundo no estaba preparado para el Coronavirus… ¿o sí?
Italia y España dieron muestra de que no tenían idea de lo que se trataba esta pandemia y fueron azotados fuertemente, sin embargo, gracias al enorme trabajo del personal médico, lograron estabilizarse y hacer que la curva descendiera. Mientras, Estados Unidos se ha convertido en el primer país del mundo en estar cerca de rebasar el millón de casos confirmados de COVID-19, convirtiéndose en el foco de la pandemia.
El caso de EUA es el que mejor ejemplifica los peligros de la comunicación deficiente: Al desestimar Trump la pandemia desde enero y negarse a creer que la situación era delicada en los meses subsecuentes, el Presidente estadounidense dejó crecer la crisis y ha sido hasta mediados de marzo al restringir viajes, cerrar escuelas y promover el distanciamiento social, que se pensaría había tomado con seriedad al virus… pero no. Tras declarar que él siempre supo que esto sería una pandemia, sugirió que la inyección en la sangre de desinfectantes como Lysol podría ayudar a tratar el Coronavirus lo que derivó en que, a las 18 horas de la declaración, ya se tuvieran registradas cien personas envenenadas por cloro y Lysol.
Ante la inmediatez informativa, al surgir una contingencia la verificación de datos es esencial, por ello la información oficial es vital para evitar errores que puedan desbordar el pánico entre la población y evitar situaciones que pongan en riesgo la vida de los ciudadanos. Sin embargo, si la cabeza de una nación no sabe informar, es poco probable que el ciudadano común dimensione el peligro al que se enfrenta, sobre todo cuando su líder cree que la única protección que se necesita es la de estampitas y amuletos de la suerte.
Lo cierto es que esta pandemia ha puesto al descubierto quién está preparado para hacer frente a una contingencia y quien ha sido rebasado, no solo en el plano internacional, sino también en lo nacional y local; quién ha usado la comunicación de manera eficiente e informativa y quienes no tienen ni la más remota idea de lo que están haciendo o lo que tienen que hacer, limitándose a realizar infructuosas ruedas y conferencias de prensa, donde ni siquiera los expertos saben transmitir de manera clara y efectiva lo que quieren comunicar, porque evidentemente su chamba no es esa.
El solo limitarse a un esquema obsoleto como sacar en escaparate a funcionarios apagados, con mensajes escritos, con obvias deficiencias de expresión da como resultado la proliferación de la ignorancia y la confusión. Es en este momento cuando la imaginación, habilidad y creatividad deberían ponerse al servicio de la salud pública, sin embargo, en ese desconocimiento sobre comunicación por parte de los “asesores” es imposible que lleguen a entender las implicaciones de su deficiente y antiguo esquema para transmitir la información.
En un país en el que se prefiere creer que existe el chupacabras y que los doctores lucran con el líquido de las rodillas, la gente consciente deberá nuevamente ser altruista, porque al final en toda la historia de la humanidad, ha sido probablemente gracias a ellos por lo que seguimos con vida. Seamos conscientes y quedémonos en casa.
Twitter: @Fher_Turkita