Por: Fhernanda Simental L.

Todos estamos de acuerdo que un debate no se gana, sin embargo, sí se puede perder, al desaprovechar el espacio y no posicionar sus propuestas y su visión política para el cargo que pretende ocupar.

Muchos políticos o seudo políticos, aprovechan el espacio como arena de boxeo y se olvidan de ponderar el diálogo y la confrontación de ideas para que, en un determinado momento, el elector pueda elegir quien se acerca más a lo que, como ciudadano, se desea.

Es pues que en el debate que organizó el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Durango (IEPC), Los candidatos a diputados locales por Distrito 05, se reunieron en un escenario virtual, donde destacó la falta de preparación e inteligencia de la candidata de la alianza “Va por Durango”, Patricia Jiménez, así como la ignorancia y escasas propuestas por parte del candidato de Morena, Daniel Hernández.

En la pretensión del IEPC de organizar 15 debates, y al saber que ya les queda muy poco tiempo, este debate se sintió hecho al vapor, desorganizado y con un moderador que poco o nada ayudó a los desangelados participantes.

Quién con orgullo pudo llamarse un candidato verdaderamente ciudadano fue Tito Avalos, candidato del partido Fuerza México, pues a diferencia de los que están en la carrera por la diputación, él verdaderamente es emanado de la sociedad civil duranguense, un empresario que todos conocemos y que, como él mismo lo dijo, está cansado de ver las malas prácticas de los políticos y por eso decidió levantar la mano.

Por otro lado, la única candidata que parece ser sí sabía de qué se trataba el espacio fue Verónica Fragoso, del Partido Verde Ecologista de México, quien colocó sus propuestas, no le entró al juego de las denostaciones, y transitó el debate con sus ideas por delante, lo que sin duda le sumó puntos, pues la fortaleza de su discurso se basó (evidentemente), en el tema ecológico, pero en como sí resolver los problemas de Durango.

Verónica Fragoso es una muy buena candidata en un mal partido, pues el PVEM sabemos, es parte de los partidos satélites de Morena y ese estigma lo tienen presentes gran parte del electorado.

El auto nombrado “anti-candidato”, Carlos Medina Alemán, del Partido Duranguense (sí, todavía existe el PD), hizo algunos señalamientos interesantes, pero que no llamaron lo suficiente la atención como para destacar su participación, así como el representante del Redes Sociales Progresistas (RSP), Jorge Ozuna, quien solo lanzó indirectas, otras directas, señaló, acusó, pero realmente nadie le hizo caso. Ante su nula y gris participación, el olvido.

Así pues, a la candidata aliancista Patricia Jiménez le tundieron con todo y ella se puso de pechito con un pésimo asesoramiento por parte de su equipo, no se supo defender y que gente de la Coparmex la estuviera coacheando solo la hundió más.

A Jiménez se le notó nerviosa, fría, distante, poco empática y sin carisma. Una cámara con un mal encuadre tampoco le ayudó, y que estuviera leyendo y desviara en todo momento la mirada, no le ayudó en nada. Lamentablemente, su imagen no ha levantado y la sombra del llamado “Sedecogate” la persiguió en toda su participación.

Por otro lado, Daniel Hernández, conocido en su círculo como “Danielo”, no afrontó cabalmente los señalamientos que le hicieron. Su inexperiencia política se notó, sumado a que fue pésima idea usar un fondo digital que no le abonó nada a su ya de por sí estética acartonada y poco orgánica. Se notó falso, con un evidente desconocimiento de la realidad duranguense y de los temas.

Sí hablamos de que los debates nadie los gana, sí podemos decir que se pierde, pero en un balance general, podemos decir que los grandes perdedores fueron los duranguenses.

Twitter: @Fher_Turkita