Por: Jorge Anima

Primero que nada, expreso todo mi reconocimiento y admiración de manera humilde a todo el personal que tiene que ver con la salud de las distintas instituciones, que día con día hace su trabajo por el bien de todos los mexicanos, sobre todo, en la actual situación de la contingencia sanitaria.

Se dice fácil ir a trabajar y cumplir en la jornada laboral, pero vivirlo es otra cosa, pues los médicos, enfermeros y demás personal de salud, son unos verdaderos ángeles que arriesgan su integridad personal y familiar, pues ellos tienen familia, hijos, esposa, esposo, madre, etcétera. Quienes esperan su llegada y muchas veces, no les es posible abrazarlas o demostrarles amor de manera física, cercana, sincera y natural, como se acostumbraba, pues seguramente ellos quisieran permanecer fuera de peligro en casa, pero Dios los puso como guardianes y qué bueno que los tenemos.

En estos y en los próximos días, realizan y darán una verdadera muestra de amor al prójimo, ya que entregan todo en el servicio por personas que ni conocen, arriesgando su vida, pues todos los que no tenemos el diario vivir relacionado con el tema, poseemos una visión distinta y no es comprendida toda la labor que realizan por la salud de los demás.

Dios quiera que ya no tengamos más noticias de algún tipo de violencia contra ellas y ellos, pues recibieron ataques de prácticamente todo tipo, atentando contra su dignidad.

Los doctores y enfermeros no son foco de infección, ellos hacen todo lo que está en sus manos, con gran dedicación para que usted y yo tengamos salud, para atender con gran calidez humana a quien lo necesita.

Seamos humanos y empáticos, seamos respetuosos y solidarios cuando veamos a algún trabajador de la salud, por favor no lo agredas verbalmente, ni mucho menos físicamente, no lo discrimines, ten consideración, ponte en sus zapatos y de ser posible, apóyalo, sonríeles, salúdalos, hazles saber la importancia de su labor, recordemos que de todos depende salir adelante.

Twitter: @jorgeanima