PODER AL DERECHO… El verdadero cáncer es la inseguridad
12/03/2021 - Hace 4 años en MéxicoPODER AL DERECHO… El verdadero cáncer es la inseguridad
Por: Erick R. Solís Tavizón
Llevamos décadas sumidos en un verdadero problema de inseguridad en Durango y en todo el país. Cada año es mas violento que el anterior por una o por otra cosa y no podemos ver la luz al final del túnel cuando de seguridad pública se trata. Cada vez normalizamos más, ver en medios de comunicación o redes sociales, casos de robos, violaciones, homicidios, secuestros, violencia intrafamiliar y tristemente hemos sido testigos o mínimo conocemos a alguien que ha sido víctima de estos delitos. Este debe ser el tema del que más se ha escrito en los últimos años, sin embargo, es importante que reflexionemos cuanto nos cuesta la inseguridad y la violencia a todos los que vivimos en México.
Imagina que, como cada sábado te acaban de pagar, sales de trabajar y vas camino a tu casa, de repente; dos sujetos armados salen de la nada y te asaltan. Tu trabajo y tu salario que con tanto esfuerzo obtuviste en una semana o quincena te lo roban y te quedas sin nada. No sabemos a ciencia cierta el impacto económico de esos actos ilícitos; aquí cabe la pregunta: ¿Cuánto dinero pierden las familias mexicanas en robos de la vía publica? Deben ser millones de pesos los que se pierden a diario. Un dinero que desaparece de la economía regular y se va al mercado de la ilicitud. O bien, las personas que son víctima de un asalto a casa habitación, pierden la inversión y hasta recuerdos de toda una vida y no sabemos quien hace el recuento de los daños; aquí también nos podríamos preguntar ¿Las fiscalías saben cuanto dinero ha desaparecido en ese rubro? La inseguridad nos cuesta mucho. Son millones y millones de pesos que se mudan de la economía licita al mundo de ilicitud. Este dinero se mezclará con venta de estupefacientes, compra de armas y se convierte en el motor de otro tipo de delitos.
Las grandes cadenas comerciales saben que el robo de sus productos les genera perdidas millonarias, por ello, cada quincena se llenan las agencias del ministerio publico de personas que sustrajeron ropa, electrónicos, útiles escolares, e incluso alimentos. Estas compañías tienen la capacidad económica para perseguir cualquier robo. Las personas que andamos por la calle o en el transporte público, lo único que podemos hacer es reclamarle al Estado, a quien tristemente muchas veces no parece importarle o escuchar nuestras voces.
El costo de la inseguridad debe ser mayor al precio que hemos pagado por la famosa corrupción. La inseguridad ha dejado municipios vacíos, campos sin sembrar, carreteras intransitables, el pago de derecho de piso, extorsiones y negocios quebrados, resultaría lógico preguntarnos, ¿Quién va querer invertir con el riesgo de ser extorsionado a los cinco minutos? Vivimos sumergidos en una crisis local y nacional y no lo queremos ver. El daño emocional, físico y económico que genera el delito es la peor ruina del país.
Muchos dicen que el peor cáncer de México es la corrupción. No lo creo. El verdadero cáncer del país es cuando la inseguridad púbica conoce y se enreda con la corrupción. Los cientos de policías que están comprados con el crimen organizado, los ministerios públicos, los servidores públicos que expiden documentos falsos y que auxilian a la delincuencia. Tenemos un verdadero problema que destruye la vida pública todos los días. El Estado mexicano hace poco o nada para remediar esto. No le duele, no lo siente y muchas veces ni lo ve; desde la óptica de la tragedia humana se ha normalizado la violencia, y el daño económico nunca ha importado. Mientras usted está leyendo estas líneas; en la vía publica están asaltando a una o a varias personas y a otros les están arrebatando su celular o su cartera. Esto se puede equiparar a quitarle el plato de pan de unos días a una familia, pero como el Estado mexicano no paga, no se siente afectado, lo dejará pasar. La inseguridad pública, es una corrupción que muchas veces parece que no le duele al Estado, no la percibe y tampoco parece importarle.
ES Cuanto.
Por: @ErickSolisT