Proyectos
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Por: Emmanuel Salazar
En los siguientes nueve meses, Durango podrá aplicar mil 760 millones de pesos en obras de infraestructura, por lo que será necesario dar un seguimiento puntual para evitar que se lleguen a financiar proyectos que carezcan de impacto en nuestra sociedad.
Sobre el crédito, el gobernador José Aispuro Torres, señaló el lunes que se logró contratar una tasa de interés muy buena si se toma en cuenta el entorno existente en el país a raíz de la pandemia del COVID-19.
Ciertamente, la tasa de interés que se mencionó por parte del secretario de Finanzas, Arturo Díaz, se percibe como una buena tasa en las dos primeras fases en las que se dividió el préstamo, sin embargo, en la última se podría decir que será más costoso el dinero que reciba la entidad para financiar obras de infraestructura.
Como lo mencionamos en una columna pasada, la contratación del crédito realizado por Durango es una especie de respuesta que han tenido las entidades federativas ante la negativa del Gobierno Federal por mantener el ramo 23, que en su momento ayudo a los gobiernos estatales a financiar obras de infraestructura.
Durango se ha sumado a 11 entidades federativas que hasta el primer trimestre del año habían decidido contratar deuda, según los especialistas para poder hacer frente a los gastos por la pandemia del COVID-19, y para poder ejecutar obra pública. Una vez que se ha pactado con Banobras la contratación del crédito, es necesario que la sociedad duranguense se pueda involucrar para estar al pendiente de la ejecución de los recursos y evitar que se mal utilicen.
No se debe tolerar obras suntuarias como la que se ejecutó en el primer cuadro de la ciudad y que en una cuadra erogó lo que se gastó en repavimentación de toda la calle Zarco o la calle Victoria. Ese tipo de obras, con costos inflados, no deben de ser toleradas y ojalá los diputados y la sociedad en si puedan evitar que se presenten ese tipo de abusos que a todas luces muestran eventuales casos de corrupción.
Las condiciones de Durango, siempre han sido precarias, pero ahora con la desaceleración por la emergencia sanitaria es peor, por lo que se debe de evitar obras superfluas que solo permitan a los constructores embolsarse recursos sin beneficio real para la sociedad.
Todos queremos lo mejor para Durango, y por ello debemos de poner atención y señalar aquellas posibles anomalías, cuando se presenten.
Comentarios: @jemmanuelsr