Por: Norma Huizar

Cuando vi al joven dentro de la catedral gritando a la manifestación de mujeres el 8 de marzo “asesinas”,  recordé a los hombres que he visto de yendo de rodillas a la basílica para que gane el América u otro equipo.

Mi madre sufrió un accidente cuando yo era una niña. Estuvo a punto de morir. El accidente fue en casa de una tía de mamá; esa tía le ofreció a la virgen de San Juanita de los lagos que si mi madre se salvaba, mi madre iría descalza de su casa a la iglesia.

Si uno pensaría que el sacrificio lo tendría que hacer la tía, pero no, ofreció que el sacrificio lo haría mi madre.

No recuerdo cuanto tiempo pasó porque mamá ya nunca se recuperó completamente de eso, su vida fue un ir y venir en cirugías, tratamientos y exámenes continuamente.

Por cierto, la opero el doctor Manuel muñoz Velázquez, que se hizo gran amigo de la familia.

Pero la deuda con la virgen seguía, así que un día mamá me dijo “voy a cumplir la promesa, pero me da pena andar descalza por la calle”.

Así que un buen día, en cuanto anocheció la acompañe de la casa ubicada en Elorriaga y Pasteur a la iglesia de San Juanita de los Lagos, ubicada en las calles de Constitución y 5 de Febrero.

Mamá era muy blanca, tenía los pies de porcelana, sin embargo, cumplió la promesa, camino descalza de su casa a la iglesia.

El otro día, trabaje durante 12 horas seguidas, mis pies estaban adoloridos, mis hijos y yo paseábamos por la de Constitución después de meses de no salir por la pandemia, estaba anocheciendo.

¿Y entonces pensé, tengo que caminar 10 cuadras de aquí al automóvil, y si me quito los zapatos?

Eso hice, camine descalza por la de Constitución, fue una sensación agradable, diferente, trate de no pensar en lo que pudiera pisar por accidente.

Las banquetas estaban lisas, pero el asfalto cala y es incómodo, imagine caminar descalza a las 12 del día, el pavimento ardiendo, un vidrio que se enterrara en mis pies.

Al día siguiente mis pies estaban muy adoloridos, pero fue una experiencia diferente.

Prometo no hacer mandas en nombre de nadie.

Que cada quien pague por sus pecados.

Por: @_NormaHuizar_