PUERTA INTERIOR… ¿Me lo pongo o no me lo pongo?
Por: Norma Huizar
De todos colores, diseños, texturas, impresos, materiales gruesos, delgados, caros, baratos, con careta o sin careta, el cubreboca no gusta en general, pero usarlo hace diferencia.
Es común escuchar:
«Puedo salir a la calle sin cubreboca, ¿Qué no escuchas a Gatell?» «No es necesario el cubreboca, hace daño porque respiras tu propio aire (dióxido de carbono). Además, yo salgo como quiera». Discutía una mujer por su celular en pleno centro de la ciudad.
La mayoría le hace caso a Gatell, piensa que el cubreboca es innecesario. En Durango es obligatorio traerlo, no puedes entrar a establecimientos, supermercados, tiendas, oficinas, hospitales y demás.
¿Cómo nos sentimos los ciudadanos ante todo esto? ¿me lo pongo o no me lo pongo? Soy más vulnerable ¿con él o sin él?
Hay confusión, unos dicen una cosa, otros la contradicen y en medio del debate estamos todos, usted y yo, temerosos y vulnerables ante decisiones de las autoridades.
«Yo me cuido, siento que la virgencita nos va a proteger».
«Yo no creo en el COVID-19, es un invento para encerrarnos en la casa».
«Yo tengo que salir todos los días, pido dinero en la calle. Yo no puedo más, me salen granos con el cubreboca».
«Yo tomo polvitos que me dio mi doctora y con eso no me voy a contagiar».
«Yo no me acerco a nadie, para qué lo uso».
«Me gusta que vean mi maquillaje, por eso no lo uso».
«Camino sola por la calle, no es necesario».
Y así vamos, descuidados algunos, exagerados otros con la prevención, despreocupados por los contagios y las muertes.
Un amigo trabaja en una minera y las medidas sanitarias son extremas, parece apocalíptico lo que tienes que pasar al entrar a una mina.
Otras empresas dejan sin protección a los trabajadores, y si se contagian, los despiden.
«¿Cómo se te ocurre contagiarte? Además eres de confianza, mira, por órdenes de arriba, ¡Estás despedido!»
Pasamos de cuarentena a confinamiento interminable, agotador, cuestionado, aceptado. Enojados, hartos, confundidos y temerosos del futuro, que para algunos es muerte, sino por la pandemia, sí por la falta de empleo y sustento.
Las labores domésticas no terminan, los niños sufren el encierro, el quédate en casa ya no funciona por las actividades que se están abriendo. Lo real es que el virus sigue y la vacuna no está lista.
Tenemos que cuidarnos entre todos.
¡CUÍDATE!
Twitter: @_NormaHuizar_