Por: Iván Ramírez

La mayoría vimos la película de “Rambo”; una historia donde un veterano de guerra entrenado para sobrevivir en las peores condiciones y cumplir con sus objetivos, empieza a ser discriminado y acosado hasta que decide enfrentar a sus hostigadores.

Se adentra en el bosque y tras conocer el terreno, toma control de él mediante diversas técnicas y artimañas aprendidas en batalla, como cubrirse de lodo y de ramas para pasar desapercibido; hacer hoyos en la tierra ocultándose y sorprendiendo a los adversarios con distractores; lo vimos rajar el asiento de una vieja camioneta abandonada para quitarle la cubierta y usarla de abrigo; recolectar raíces y cazar animales para comer.

Al principio, con su cuchillo construyó artefactos y trampas para desarmar a sus perseguidores y combatirlos con sus propias armas. Como no podían con él, mandaron traer refuerzos, patrullas y hasta helicópteros. Un solo hombre atrajo medios de comunicación, policías y hasta al ejército.

Equivocadamente pensaron que se trataba de un veterano más, pero fue tras varias persecuciones, disparos y hasta después de estallarle una bomba incendiaria cuando supieron a lo que se enfrentaban.

Hoy Andrés Manuel está en una guerra donde grandes poderes económicos se niegan a dejar sus históricos beneficios y privilegios no compartidos con el grueso de la población. Tan sólo uno de esos magnates no quiere pagar ocho mil millones de pesos que adeuda por impuestos, algo así como el presupuesto total de un municipio como Nombre de dios o Canatlán, durante 150 años.

Una guerra donde se echa mano de todo; pues aquellos no traen cuchillos, sino un chorrotal de dinero para comprar columnistas nacionales, impulsar movimientos, agrupaciones o futuros partidos; además de políticos incrustados en las cámaras y algunos gobernantes a quienes apoyaron en sus campañas. Por eso entre lodo, piedras, excremento humano y carretadas de dinero se lleva a cabo esta pelea, y en medio de esto hay quien me pregunta con vibra de reclamo  ¿Te pareció bien cómo le contesto AMLO a “Chumel” Torres, Thalía y Eugenio Derbez, a diferencia de como lo hizo con Javier Alatorre?… neta ¡me importa un reverendo pepino eso! ¡Por favor!

Lo atacan si sube o baja la gasolina, el dólar o el petróleo; le piden su renuncia y él propone adelantar la consulta para revocación de mandato pero tampoco les gustó. Se hacen encuestas en algún medio informativo y en redes sociales, Andrés Manuel les gana por amplio margen y lo acusan de usar bots (como viven juzgan).

Le exigen rescatar a las grandes empresas que siempre son rescatadas con dinero de los que nunca son rescatados; le han dicho que es un pedófilo, viejo decrepito, moralmente derrotado; le han inventado que tiene Coronavirus pero nunca, nunca le han dicho ratero o corrupto, y eso deja claro cuál representa el verdadero problema para quienes lo atacan con toda la artillería.

Pero por salud mental y emocional de algunos, a estas alturas ya debería darse cuenta que a López Obrador no lo van a detener con nada, va a terminar su sexenio y cumplirá con lo prometido en campaña y  los objetivos planteados. Sentara las bases para un país diferente donde dependerá de nosotros si lo mantenemos en esa línea o regresamos a lo que teníamos con el PAN y el PRI.

No es cualquier político, no es cualquier presidente, es un RAMLO. Al tiempo.

Twitter: @ivanramirezdgo