Por: Dionel Sena

Además de la complejidad que ya representa hacer campaña en tiempos de pandemia, los candidatos de los distintos partidos políticos y coaliciones, deberán lidiar con dos fenómenos probables, el próximo 6 de junio; el primero, el voto útil, el cual no es otra que la polarización del electorado ante dos grandes fuerzas electorales que en la mayoría de las ocasiones, termina absorbiendo la mayor parte de los adeptos y en donde el ciudadano, busca de alguna manera que su voto cuente más allá de sus predilecciones políticas, mientras que el voto útil, es la apuesta de los partidos que van solos o aquellos pequeños en comparación con los demás y que buscan que el ciudadano sea capaz de reflexionar su sufragio, sin importar lo que pase con su voto el día de los comicios, pero ponderando otras marcas y la calidad y cualidades de sus candidatos.

Indudablemente que los partidos beneficiados con el voto útil deberían ser las dos grandes coaliciones ya conformadas en Durango, que en el papel, tendrían que acaparar la mayoría de los sufragios en las urnas, aunque cabe la posibilidad de que algunos ciudadanos no lo vean así y se vayan por otro lado, por lo que ambas uniones de fuerzas deberán mover sus estructuras para garantizar una votación copiosa el próximo 6 de junio, eliminando cualquier posibilidad de sorpresa, la cual también se puede dar, aunque no hay antecedentes en las últimas elecciones de que algo semejante haya ocurrido, aunque la posibilidad no deja de estar en el aire, pues hay quienes están haciendo su mejor esfuerzos en algunos distritos.

Por el voto razonado irán todas las fuerzas electorales que no pudieron ir aliados, ya sea porque no representaban un atractivo para los partidos grandes o porque apenas habían obtenido su registro, de ahí el que a través de sus candidatos deban convencer al electorado de que ellos son la mejor opción y que su voto cuenta aunque no sea por alguna de las dos grandes coaliciones, una labor que no es nada sencilla de lograr, pero no cabe la menor duda de que lo van a intentar hasta el final, pues lo más probable es que se estén jugando hasta el registro y de ahí la imperiosa labor de convencer a los ciudadanos de que hay más opciones que los representen en la próxima Legislatura local, de ahí el que la labor de tierra que puedan hacer será clave para que dicha idea merme antes del 6 de junio.

Será interesante ver el comportamiento del electorado el día de los comicios, pues ni duda cabe que será el gran experimento rumbo al 2022 y a partir de los resultados que se tengan, será lo que se replique el próximo año, fecha en la que estará en juego la madre de todas las batallas y donde aún es una incógnita si los mismos partidos irán unidos una vez más o de plano lo hará cada quien por su lado, o si la «chiquillada» también es incluida, lo que se ve difícil, pues a pesar de que hay ofertas electorales interesantes, hay muchos que no representan lo que dicen y eso es del dominio público, ponerles nombres sería hasta ocioso.

Twitter: @dionelsena