Por: dionel Sena

Ayer escribíamos en este espacio editorial la serie de observaciones que surgieron de la cuenta pública del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), misma que hasta ayer era del orden de los 18.7 millones de pesos, lo que trajo como consecuencia que la sesión en la que comparecería Juan Enrique Kato Rodríguez se convirtiera en una auténtica “Cena de Negros”, pues algunos de los diputados que les tocó cuestionar al Consejero presidente no dudaron en preguntarle del porqué de dichas inconsistencias, uno de ellos fue Pablo César Aguilar, el coordinador del grupo parlamentario de Morena, quien llevó su intervención más allá y desde luego que terminó marcando la agenda.

La llegada de Kato Rodríguez al Congreso del Estado, la mañana de este jueves, fue -por mucho- la más convulsa de todos los organismos autónomos que hasta ahora han comparecido ante el Poder Legislativo, visiblemente nervioso, dubitativo y hasta en tono molesto, fue abordado por reporteros de los distintos medios de comunicación, mismos que querían saber su versión sobre las observaciones que para esa hora del día ya eran del dominio público, al menos en el círculo rojo, lo que indudablemente marcó la agenda mediática y política, pues pocos se percataron si algún legislador le echó flores a ese órgano electoral, el cual, por lo antes citado, sí le deja una mancha que será muy difícil de borrar, más allá de si alcanzan o no a presentar en tiempo y en forma las solventaciones debidas.

El lagunero Pablo César Aguilar no tuvo pelos en la lengua para recriminarle a Kato Rodríguez el actuar de ese instituto electoral, el que a su parecer, hoy en día genera mucha desconfianza entre la ciudadanía y por ende, su desaprobación, cuando es el órgano responsable de las elecciones locales, pero que no ha realizado correctamente su trabajo, lo que se vio reflejado en la participación ciudadana del pasado proceso electoral, sin obviar el desaseo administrativo que se refleja en sus estados financieros, ya que según las observaciones preliminares de la Entidad de Auditoría Superior, tiene observaciones graves que se consideran causantes de daños y de juicios a la Hacienda Pública, por las cantidades de siete millones 936 mil pesos y 10 millones 776 mil pesos.

De igual forma, el Legislador denunció las prestaciones lujosas que reciben los consejeros electorales, pues sólo por aguinaldo, y según la información proporcionada por Pablo César Aguilar, cada consejero recibe 225 mil pesos, una prima vacacional de 48 mil 750 pesos, en el apartado de compensación extraordinaria, 168 mil 750 pesos, por vacaciones un bono de 65 mil pesos, ajuste de calendario 26 mil 450 pesos, y una tarjeta de regalo por 45 mil pesos, sumando 748 mil pesos anuales, prestaciones que en definitiva nadie más tiene en Durango y quizá tampoco en el país.

Lo anterior arrojó que diputados como Esteban Villegas adelantarán que quizá por primera vez en la historia del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, una de sus cuentas públicas no sea aprobada, con todo lo que eso implicaría; mientras que Gerardo Villarreal dejó en claro que con esos antecedentes, será moralmente imposible que les aprueben un incremento en el presupuesto de ese órgano autónomo para el 2020, de hecho lo idóneo sería que se ajusten a la realidad que vive el país y el estado, al menos eso sería lo deseable.

Twitter: @dionelsena