Por: Dionel Sena

A una semana que la Dirección Municipal de Seguridad Pública y Vialidad tomó la decisión de modificar los operativos antialcohol en la ciudad de Durango, estos ya empiezan a arrojar sus primeros resultados, algunos de los cuales pudieran resultar muy reveladores, y en otros casos bastante lógicos, lo que sí, es que en definitiva que no pasaron inadvertidos, pues la mayoría estuvieron atentos a su implementación, pero principalmente a sus resultados, mismos que fueron contundentes en varias vías, por lo que se podría decir que al menos a ocho días de distancia, pareciera que los primeros indicadores confirman que hay mayor transparencia en lo que dichos mecanismos arrojan tanto en el tema financiero como en el social, pues buena parte de quienes opinaron al respecto, consideran que por fin, se le quitó el tinte de recaudatorio y se le dio el de preventivo.

Entre las cifras que se ofrecieron ayer a la opinión pública, sin duda que destacan las 79 infracciones que se emitieron al mismo número de personas que fueron sorprendidas conduciendo en estado de ebriedad, de las cuales 60 fueron detectadas en segundo grado de ebriedad y 19 en primer grado; una de las novedades de estos nuevos operativos es que ahora ya no se le retendrá el vehículo al infractor, lo que permitió que 60 unidades fueron entregadas a familiares o acompañantes del conductor ebrio al momento de la revisión; mientras que 19 sí requirieron grúa; sin obviar que en la última semana hubo cuatro accidentes provocados por ebrios, de los cuales sólo una persona resultó lesionada y el resto fueron sólo daños materiales.

Quizá el rubro que más llama la atención -por mucho-, es el apartado del acumulado por concepto de infracciones, pues según datos oficiales, en una semana (23 al 30 de septiembre), se reunieron sólo en multas 301 mil pesos con 629 pesos, lo que de ninguna manera se trata de una cifra menor, pues si ese es el promedio semanal, basta sacar una calculadora para dimensionar lo que ingresaba -si es que así ocurría- por multas impuestas a automovilistas alcohólicos durante el trienio pasado, lo que inevitablemente despertó el morbo ayer mismo después que las cifras se hicieron oficiales, pues si se toma en cuenta que en puentes y días festivos la cifra podría crecer todavía más y ni qué decir en temporada vacacional, se estaría hablando -a ojo de buen cubero- de que en un año -sólo por este concepto- debieron entrar a las arcas municipales varios millones de pesos, por lo que sería interesante saber qué se hizo con ese recurso, pues llama la atención que, por ejemplo, en el rubro de proveedores el adeudo haya sido tan elevado teniendo a la mano ese ingreso.

Más allá de si se están flexibilizando o no los operativos antialcohol en Durango, es innegable que ahora hay mayor transparencia en cuanto a lo que esa estrategia de seguridad y prevención arroja, tanto en el número de infracciones, como en el dinero que se recibe por esas multas, lo que quizá provoque que ahora sí dichas entradas vengan contempladas en el presupuesto de egresos del Municipio, algo que hasta donde ha trascendido, no estaba contemplado en la administración anterior, por lo que es casi seguro que la nueva administración querrá saber qué se hizo con ese dinero y si viene contemplado en el proceso de entrega-recepción, aunque lo más seguro es que sí se conozca a detalle el tema pero a partir de la auditoría que se pretende hacer y que hasta donde ha trascendido, iniciará a la brevedad posible, al parecer lo más interesante en cuanto al tema está por venir.

Twitter: @dionelsena