Por: Dionel Sena

En innumerables ocasiones, escuchamos a Hugo Lopez Gattell asegurar que, no había nada de qué alarmarse y que la pandemia que estaba azotando al resto del mundo, aquí no iba a pegar con la misma fuerza, sin embargo, conforme fueron avanzando los casos importados de personas que estuvieron en el extranjero y que tuvieron que regresar a México por distintos motivos, el discurso del subsecretario de Salud fue cambiando exponencialmente, al grado de que hace dos días, finalmente reconoció que por cada caso confirmado de COVID-19, había por lo menos otros ocho que por distintos motivos no estaban contabilizados, lo que deja en claro que todo este tiempo nos estuvieron mintiendo sobre la gravedad del asunto.
Según las últimas cifras de López Gattell, en nuestro país debe haber alrededor más de 26 mil casos positivos de este coronavirus, lo cual pudiera deberse en mucho a la falta de aplicación de pruebas suficientes que no se están aplicando en México y ahí uno de los motivos por los cuales, hay otras naciones como Estados Unidos, Ecuador, Brasil y ni qué decir de España e Italia, que tienen muchos más decesos y más casos confirmados, cifras que se dispararon en los últimos días de manera alarmante, al grado que los gobernadores y alcaldes, tuvieron que adoptar sus propias medidas para tratar de evitar la propagación del contagio, algunas más severas que otras.
Hasta ahora, se sabe que México está utilizando el método probado científicamente y fundamentado en una vigilancia eficiente y que es el modelo de vigilancia «Centinela», el cual no queda del todo claro, pues antes de la declaración del subsecretario de Salud a nivel federal, nos hicieron creer que en nuestro país, las cosas no estaban tan mal y que bastaba con quedarnos en casa, suspender clases o declarar una emergencia sanitaria, para contener la pandemia, lo que está claro que no está ocurriendo, por lo que en vísperas de entrar a la Etapa III, es casi seguro que nuevos datos reveladores se harán públicos y dejarán al desnudo una realidad sanitaria que, no habíamos dimensionado, por ello lo más seguro es que nuestro sistema de salud termine colapsado, aunque claro que este futuro seguirá siendo negado.
No nos debe sorprender que en México, no se estén haciendo el número de pruebas que se necesitan, pues esos diagnósticos médicos cuestan mucho dinero y al parecer el Gobierno federal no quiere invertir en ello, pues le resulta más fácil contener y pedirle a la ciudadanía que se mantenga en sus casas, sin embargo, sí hay dinero para darle continuidad a proyectos como Dos Bocas, el Tren Maya y el nuevo aeropuerto de Santa Lucía, incoherencias en la manera de gobernar que en el corto y mediano plazo, implicarán costos políticos, pues el abismo que se abrió en la relación entre la clase empresarial que fue dejada a su suerte y la Cuarta Transformación, tarde o temprano generará una factura y con ello, costos que pudieran conllevar a que el Presidente de la República pierda la mayoría que en este momento, presume en San Lázaro.

Al menos eso es lo que la lógica indicaría…

Twitter: @dionelsena