Todo terminó en vacilada, resulta que será el congreso el que castigue al Diputado
17/08/2020 - Hace 4 años en MéxicoTodo terminó en vacilada, resulta que será el congreso el que castigue al Diputado
Por: Gilberto Jiménez Carrillo
El pleno del Consejo General del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) aprobó por unanimidad el acuerdo presentado por la confabulada Consejera Laura Fabiola Bringas Sánchez, que resolvió Procedimiento Especial Sancionador iniciado en contra del diputado José Antonio Ochoa, por conductas que pudieran constituir violencia política en contra de la legisladora Sandra Lilia Amaya Rosales. Los integrantes del Consejo, que por cierto ganan una insultante cantidad de dinero por un sueldo que no desquitan, sin ningún pudor o vergüenza se prestaron a la vacilada por medio de la consejera Bringas Sánchez, determinando sea el Congreso del Estado quien establezca la sanción para el Diputado local, que el pasado 2 de junio se convirtiera en tendencia nacional en redes sociales luego de que entregara a la diputada Sandra Lilia Amaya un paquete de huevos con la leyenda «para que sostengas tu palabra».
Lo anterior, luego de que el acuerdo para que el Partido Acción Nacional (PAN) presidiera la Junta de Coordinación Política durante el último año de la Legislatura fuera presuntamente roto. «Se apercibe al diputado local José Antonio Ochoa Rodríguez, que de incurrir nuevamente en una conducta similar o idéntica a la que fue materia de la presente resolución se procederá de inmediato a ordenar su separación del cargo en función del interés superior de la víctima». Que tal la vacilada, ni para que hacían tanto arguende, finalmente la ropa sucia se va a lavar en casa y como no hay seriedad en estos asuntos, seguramente el castigo para el Diputado por haberle faltado al respeto a una dama será ejemplar y nadie querrá estar en sus zapatos.
Es muy probable que el castigo sea rezar 10 rosarios, seis aves marías y cuatro padres nuestros. Pero la sanción no va a quedar ahí, el fino y respetable Diputado se hará acreedor a escribir cien planas de “prometo no volverlo hacer”. Eso solo será la primera parte del ejemplar correctivo, que, por lo severo de su pena, servirá de escarmiento a los diputados que se atrevan a ofender a sus compañeras. La segunda parte del castigo consistirá en ponerle a José Antonio Ochoa orejas de burro y sentarlo en el rincón del palacio legislativo para inmediatamente lavarle la boca con jabón Zote y amenazarlo con que se le va a aparecer el coco.
Y después se preguntan porque los ciudadanos no creemos en las instituciones, a quien le interesa el trabajo que realizan en el Consejo General del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, si los consejeros solo se dedican a cobrar jugosos sueldos y no tienen la capacidad y la voluntad para sancionar una conducta que merece mayor penalidad. Como quedan los diputados locales ante los ojos de la sociedad, que se da cuenta que al interior del Congreso, algunos de sus integrantes se comportan como comadres del mercado o vecindad, mientras existe tanta necesidad de iniciar, modificar o derogar leyes que sirvan para que la población tenga mejores condiciones de vida y bienestar. Con estos antecedentes ya no será necesario ir al circo, pues en el congreso del estado la función es gratis, pues las ofensas entre sus miembros son castigadas en base a las brillantes y concienzudas sentencias del IEPC…puras vaciladas.
Email:[email protected]