Por: Alberto Palacios Z. 

Es una situación atípica y sumamente difícil la que está viviendo Durango, México y todo el mundo debido a la pandemia del COVID-19, lo que genera padecimientos de salud física y mental, como ansiedad o depresión, así como problemas económicos y sociales, con el cierre de negocios locales, tanto temporal por las medidas de precaución ante la alta movilidad que se registraba, así como permanente por aquellos que ya no pudieron sostenerse y se vieron obligados a abandonar sus actividades, además de que siguen muriendo familiares y amigos trabajadores del Sector Salud, por lo que no ha habido ni habrá presupuesto que alcance, menos el personal.

Aun así, con todo lo que pasa, es ilógico y hasta exasperante leer en redes sociales cosas como “el virus no existe, nos están matando para crear miedo y tenernos controlados” y cosas por el estilo, y hace unos días, en la fila para comprar alimentos, me tocó ver que una señora alcanzó a otra, ignoró tanto a los que esperábamos turno para pasar como la sana distancia e inició la plática, donde no pude evitar escuchar que una le decía a la otra “lo que pasa es que, como el virus se inició en China, están dejando que se muera mucha gente, porque el Gobierno de México va a hacer que el de China le pague indemnización por cada uno y entre más muertos, más dinero”.

Me cuesta trabajo creer que algunas personas piensen así y la verdad, de no haberlo escuchado yo mismo, no lo hubiera creído, pero eso explica porque la gran mayoría de la gente no hacía caso y seguía saliendo a pasear, haciendo “reuniones familiares” o salían a bailar y beber en la noche, lo que veo, no porque salga, sino porque mis amistades suben sus fotos en restaurantes con música en vivo, gimnasios que no deberían estar abiertos, antros y demás, a sus redes sociales y estados de Whatsapp, y algunos de ellos incluso trabajan en dependencias de los tres órdenes de Gobierno, que son gente “consciente” y que deberían poner el ejemplo.

Ante esto, considero muy atinado que se mantenga el semáforo epidemiológico en rojo y se continúe con las medidas dictadas por el gobernador José Aispuro Torres, además de que vuelvo a aplaudir la iniciativa de la diputada Sandra Amaya para legislar sobre el uso obligatorio de cubrebocas, así como trabajo comunitario y multas en equipo de protección personal para los trabajadores de la salud, contra quienes incumplan estas medidas. Si no jalamos parejo, esto no va a acabar pronto.

¿Qué pasa en el SNTSA?

Hace un par de días se dio un llamado en falso de que Ana Luz Montelongo había declinado como suplente de Óscar Chávez Mora (QEPD) y que Sergio Arturo Ortega ya era el nuevo dirigente de la Sección 88 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), pero lo cierto es que la Secretaría General sigue recayendo en la doctora, la cual fue citada a la Ciudad de México en estos días para hablar de las opciones.

Ciertamente, el doctor Ortega Amador es un miembro muy respetado de la comunidad médica, en especial dentro de la SSD, y él sabe todos los proyectos y gestiones que se estaban encaminando, lo que le vale el respaldo de los miembros del sindicato para llevar a todos los trabajadores a buen puerto, ya sea encabezando la Sección 88 o apoyando muy de cerca a Ana Luz Montoya, según lo decida el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del SNTSA, que encabeza Marco Antonio García Ayala, por lo que, mientras no se diga otra cosa, la doctora es la responsable del equipo y su rumbo pero cuenta con un brazo operativo fuerte en Sergio Arturo como Secretario de Organización.

Twitter: @AllenVhanfurer