Por: María de Lourdes López Salas 

En el año 2002 cuando se aprobó en nuestro país la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental y por consecuencia las leyes locales, la información que estuvo celosamente guardada por un régimen opaco, se puso en una vitrina pública generando un impacto positivo.

Con lo anterior, se le dio vigencia al derecho de acceso a la información mediante dos vías: Primero, a través de solicitudes de información dirigidas a las autoridades que la Ley son los sujetos obligados; y segundo, a través de la transparencia entendida como la información que se debe publicar sin que nadie la solicite y que las personas pueden consultar desde un portal de Internet.

A 18 años del ejercicio del derecho a saber en México, se ha fortalecido la Constitución y las leyes respectivas para evitar obstáculos que impidieran que la sociedad tuviera la información lo más fácil posible.

En la actualidad, el cambio democrático en México, no podría entenderse sin el ejercicio de derechos fundamentales como el acceso a la información, convertido en un factor determinante para poner en la vitrina pública y el escrutinio social el quehacer del poder político.

Aunado a lo anterior, se ha identificado que el derecho a saber se ha convertido en un derecho “bisagra” que permite la apertura de otros derechos, además de que la información obtenida le da poder a quien la obtiene para tomar decisiones.

De las bondades del acceso a la información, identificadas a través de estudios y mediciones, también se ha conocido que hay quienes lo distorsionan y lo utilizan para denostar, descalificar y atacar en un terreno político y electoral.

Aunque el porcentaje de quienes deforman el uso de la información obtenida mediante el acceso a ella es menor, es necesario que también haya una cultura de responsabilidad y respeto, utilizando de manera positiva los derechos fundamentales como el acceso a la información.

Lo anterior se inscribe en el marco del proceso electoral ya iniciado hace algunas semanas, marcado por una gran competencia entre los partidos políticos y por supuesto, que es de la mayor trascendencia por la difícil situación que se vive por la Pandemia y por la polarización política registrada a nivel nacional.

En el Gobierno municipal de Durango, a través de la Unidad de Transparencia e Información Municipal (UTIM), se ha dado trámite a las mil 168 solicitudes de información recibidas hasta el viernes pasado.

En el marco de la pandemia, los plazos para la respuesta a solicitudes de información y derechos de Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición (ARCO) de datos personales, están suspendidos por el órgano garante hasta el 7 de diciembre, la UTIM le ha dado el trámite correspondiente y están pendientes de responder solamente 55.

Existe una gran responsabilidad y compromiso con la transparencia y el acceso a la información por parte del municipio de Durango, encabezado por el alcalde, Jorge Salum del Palacio, por lo cual es fundamental seguir por la ruta del respeto haciéndole honor a acciones positivas con el propósito de construir una mejor sociedad participativa y comprometida con su municipio y con su entorno.

Twitter: @lululopezsalas