Por: María de Lourdes López Salas

“La prensa no solo es el arma más poderosa contra la tiranía y el despotismo, sino el instrumento más eficaz y más activo del progreso y de la civilización”: Francisco Zarco (1829-1869), diputado, político y periodista mexicano y duranguense.

Este lunes 3 de mayo, es el día Mundial de la Libertad de Prensa, que se estableció en al año de 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, que busca promover y defender una prensa independiente entendida como aquella “sobre la cual los poderes públicos no ejerzan ni dominio político o económico ni control sobre los materiales e infraestructura necesarios para la producción y difusión de diarios, revistas y otras publicaciones”.

El trabajo periodístico serio, responsable y comprometido con la sociedad, sin duda es fundamental para el fortalecimiento de las democracias en el mundo, además de ser un derecho y un aliado para la exigencia de la rendición de cuentas.

Los avances en las democracias con en nuestro país no pueden ser entendidos sin la libertad de prensa, el Derecho de Acceso a la Información (DAI) y recientemente con el combate a la corrupción.

Por ello, es necesario rescatar de la memoria el papel de muchos periodistas que durante años lucharon por tener acceso a información que fue ocultada por así convenirle a los intereses de quienes detentaban el poder en México.

Me referiré a Julio Scherer, que durante su carrera como periodista sufrió el acoso oficial, el 7 de noviembre de 2002 escribió en  las páginas de la revista Proceso lo siguiente a propósito de la primera ley de Transparencia que hizo vigente el derecho de acceso a la información: «Se acabarán los días de la oscuridad en que no podíamos saber qué pasó el 2 de octubre de 1968 ni cuál fue la intervención del secretario de Gobernación en la matanza de ese día, ni que tan ciertas ­o falsas­ fueron las versiones que hablaban de la preparación de grupos o brigadas de halcones en el Estado Mayor Presidencial».

Lo que es una realidad es que los documentos de lo sucedido en 1968 ya fueron desclasificados y pueden consultarse gracias al derecho a saber, y a la iniciativa de la Colección M68: Ciudadanías en movimiento, impulsado por el Archivo General de la Nación (AGN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través del Centro Cultural Universitario Tlatelolco: https://www.m68.mx/coleccion

Sin duda que la ola de la transparencia en México generó la apertura informativa de documentos, que durante muchos años fueron escondidos y partir de esta nueva ley utilizada no sólo por los periodistas se convirtió en una aliada, para poner al descubierto el mal uso de los dineros públicos.

A 19 años de la primera Ley de Transparencia y a seis años de la publicación de la Ley General de Transparencia (4 de mayo de 2015) hay ejemplos importantes de los trabajos de investigación periodística usando como herramienta el ejercicio del DAI, mediante el cual se han revelado actos de corrupción, ineficiencia e irregularidades en el uso de los recursos públicos.

Es indispensable, que no haya regresiones en la garantía del derecho a la información, de manera específica en el papel que ha venido jugando el órgano garante nacional, el INAI, amenazado de manera reiterada en su desaparición.

Twitter @lululopezsalas