Por: María de Lourdes López Salas *

En los países democráticos como el nuestro, se han establecido una serie de indicadores y mediciones que permiten conocer el avance en el ejercicio y respeto de los derechos humanos.

El derecho de acceso a la información, como un derecho humano plasmado en el artículo 6 constitucional, y definido en la Ley General de Transparencia en el artículo 4 como “El derecho humano de acceso a la información comprende solicitar, investigar, difundir, buscar y recibir información”, requiere de una serie de mecanismo que permitan saber el avance o no a partir de su vigencia en el año 2002.

En ese contexto, en México se han realizado, desde el 2006 y 2007, una serie evaluaciones, destaca la métrica de la Transparencia 2007, impulsada por la entonces Conferencia Mexicana de Acceso a la Información Pública (COMAIP), pagada por los órganos garantes y el entonces IFAI y contratando al Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) para la realización de ese ejercicio.

Hubo otros indicadores como el Índice de Derecho de Acceso a la Información en México (IDAIM), liderado por el Centro de Análisis e Investigación AC, FUNDAR, que evaluó en su momento la calidad de las Leyes de transparencia en México.

Hoy, a poco más de 15 años de la primera Ley de Transparencia en nuestro país, se ubica en la mesa de la discusión la importancia no sólo la apertura institucional y el respeto al acceso a la información, sino cómo potenciar la rendición de cuentas.

Del miércoles al viernes de la semana pasada, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y la Protección de Datos Personales (INAI), fue sede de la Semana Nacional de Transparencia, cuyo tema central fue “Transparencia como una herramienta para la rendición de cuentas. Una visión internacional”.

En esta ocasión, el INAI logró conjuntar la participación de expertos y especialistas de diversos países que expusieron los avances y en algunos casos reconocieron el papel realizado por México.

Sólo haré referencia al panel 7 titulado: “Metodologías de medición en materia de transparencia y parlamento abierto”, donde de manera puntual, el doctor Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, hizo una observación de la mesa que sólo estuvo integrada por hombres y eso no puede pasar.

Ante ello anunció la iniciativa de Transparencia Mexicana denominada “Voz experta anticorrupción” que a la fecha ya es integrada por un listado de 250 mujeres, a fin de que en el futuro no haya de nuevo, en eventos como el de la semana nacional, solamente caballeros.

Gran noticia, sin duda, ejemplo que deberían seguir otras instancias a fin de evitar que en paneles, conferencias, conversatorios o cualquier otro ejercicio, deje de ser el “Club de Tobi”. Bien por ello.

En ese mismo espacio, el investigador del CIDE, Guillermo Cejudo, destacó que en temas como Gobierno Abierto, no se evalúan ni Leyes, ni concursos, ni fotografías, sino se analizan los atributos de las instituciones públicas.

La Semana Nacional de Transparencia es un espacio importante de donde surgen elementos, para la reflexión y análisis, que nos deben llevar a impulsar de manera decidida mayores avances a favor de la rendición de cuentas.

*Titular de la Unidad de Transparencia e Información Municipal (UTIM), Durango