La Época de Oro del cine Mexicano dejo joyas para la industria del cine que hasta la fecha siguen siendo vistas alrededor del mundo.
Los guiones, la música, las actuaciones, los escenarios, todo en su producción ha servido el ejemplo para lo que vemos en las salas de cine hoy en día.
El único problema es la falta de color, a pesar de que no es factor necesario para transmitir lo que desean, nos encantaría verlas radiantes de tonos.
Como por ejemplo, en la imagen del comienzo, la película de La ilusión viaja en tranvía (1954), con Lilia Prado, Carlos Navarro y Fernando Soto.
Un clásico y de las mejores durante la época, fue “Ahí está el detalle” con Cantinflas en 1940.
María Candelaria de 1943 con la duranguense Dolores del Río y Pedro Armendáriz, tendría unos colores cálidos pero fuertes.
Hasta 1949 con Calabitas Tiernas con el querido Tin Tan, puedo haber destacado con rojos y verdes, mientras las
escenas al fondo un poco oscuras daban luz a los primeros planos.
Basada en la novela de Juan Rulfo, El Gallo de Oro de 1964, para algunos ya no considera dentro de la Época de Oro, pero sin duda los aspectos son iguales a las películas de aquellos años y en color se ve asombrosa.
La Época de Oro del cine Mexicano se ve asombrosa en color, pero al verla como fue tal cual se sabe que no es necesaria, ya es espectacular así.
Un periodo en el cine que impulso a México a nivel mundial, que durante un tiempo se vio eclipsado por grandes producciones, pero ahora los nuevos directores mexicanos van regresando a ese camino entre los grandes.