Por: Adrián Esquivel

Pueblo Nuevo, Durango.- Carlos Cárdenas, zapatero con un promedio de 30 años de practicar este oficio, manifiesta que este trabajo está a punto de desaparecer y en esta temporada cada vez es más baja la demanda que tiene.

Él en compañía de una persona que se dedica al polarizado, tiene al rededor de 20 años con su local en la calle Zaragoza, de esta cabecera municipal y debido a remodelaciones tuvieron que cambiarse a la parte alta, quienes también sufren los estragos de la economía que se vive en El Salto por la falta de trabajo en la mayoría de las fábricas.

Al concluir, Carlos Cárdenas se pone a la orden y espera que este oficio que está en decadencia pueda transmitirse a las nuevas generaciones, también espera que en los próximos meses con la reactivación de la principal fuente de empleo en el municipio, que es la industria maderera, se reactive la economía local y con ello vuelva a tener trabajo de reparación de calzado.