Por: Rolando Herrera
Santiago Papasquiaro, Durango.- Desde temprana hora, la madrugada de domingo a lunes, corredores portando el fuego guadalupano se hicieron presentes en la «Virgen de la Curva», iniciando con ello una jornada de mucha actividad para esta celebración. Fieles a su fe, caminando, corriendo, en auto o bicicleta, los pinoleros recorrieron más de 14 kilómetros para llegar al recinto.
En Santiago Papasquiaro, así como en varias de sus comunidades, se realiza durante doce días una procesión encabezada por diversos sectores de la sociedad que culmina en una ceremonia religiosa; para llegar al 12 de diciembre, día en que la virgen de Guadalupe recibe cientos de fieles católicos
Se trató de un día particular, bajas temperaturas por la madrugada, fuertes vientos fríos por la mañana y tarde; sin embargo, no fue impedimento para los cientos de personas que se dieron cita. Es tradición de décadas, que los caminos hacia la conocida piedra de la virgen se llenen de fieles católicos, los cuales quieren entonar las mañanitas o el himno guadalupano.
A las 12:00 horas, en el mismo lugar, comenzó una misa muy especial impartida por el padre Víctor Manuel Solís, párroco de Santo Santiago Apostol. Mismo que fue recibido por una banda que todavía tocaba canciones a la Morenita. A la par de las peticiones y oraciones de todos los asistentes, y con las decenas de veladoras a los pies de la imagen de la virgen, el párroco ofició la ceremonia representativa.
«A casi 500 años de la aparición de virgen en el cerro del Tepeyac, los mexicanos desde entonces somos guadalupanos, porque el serlo es algo esencial, cantamos bellamente el himno. Santiago Papasquiaro, y todas las comunidades ahora muestran este cariño en estos signos tan generosos de un amor sincero».