Región Noroeste de Durango. El pasado lunes, 9 de septiembre en una escuela secundaria de la ciudad capital, “se decidió por acuerdos de los padres de familia, quemar y destruir celulares decomisados a alumnas y alumnos, así como otros artículos” dijo en un comunicado la directora Hilda Ortega Nájera, de la secundaria José Santos Valdez.
Fue en el mismo patio cívico de la mencionada institución y una vez que concluyeron los honores a la bandera, cuando y ante todos, se realizó la “quema y destrucción de lo decomisado a la entrada de los estudiantes”, medida que a propiciado diversas reacciones, muchas de ellas, de total condena.
Si bien es cierto que se aprobó en un punto de acuerdo en la Cámara de Diputados en Durango y publicada en el Periódico Oficial, el uso de un teléfono celular en las escuelas de educación básica, medida que fue difundida por la misma Secretaría de Educación del Estado de Durango -SEED- ante el hecho en la secundaria José Santos Valdez, los padres de familia de la región señalaron que son medidas extremas y atentatorias a los derechos humanos.
La mayoría de los paterfamilias han aceptado la medida de no uso de celulares en las escuelas, pero no aceptan medidas tan drásticas, porque a final, son los mismos papás, que tienen que hacer más desembolsos.
Señalan que, en algunas secundarias, se les decomisa los celulares a los que lo llevan a su escuela, se les castiga de 3 a 8 días, se habla con los padres de familia, de repetirse la acción, la sanción será mayor, pero nunca, al grado de quemar y atentar contra la propiedad privada, dijeron molestos padres y madres de familia en la región.