Santiago Papasquiaro, Dgo. El sueño de la querida maestra Marlenee Ontiveros Romero se hizo realidad, aun después de su partida. Originaria de Santiago Papasquiaro, Marlenee pidió a su familia y amistades que, en caso de fallecer, no le llevaran flores, sino útiles escolares para los niños de escasos recursos. Su voluntad fue escuchada y cumplida con profundo amor.

Su familia, encabezada por su madre y hermanos, organizó la recolección de materiales escolares en su memoria. Gracias a la solidaridad de quienes la conocieron y la admiraron, lograron reunir más de 1,200 útiles escolares, los cuales fueron entregados a cerca de 200 niñas y niños de las colonias Francisco Villa, Sierra Bonita, CNOP y Valle Dorado.

Con lágrimas, pero también con sonrisas, los pequeños recibieron lápices, cuadernos, colores y otros artículos esenciales para su educación. El acto, más allá de la generosidad, fue un homenaje vivo a la vocación y legado de una mujer que dedicó su vida a enseñar y servir.

“Ella siempre nos decía que no quería flores, quería que los niños tuvieran lo que les faltaba para estudiar”, compartió su madre. La familia se comprometió a continuar este gesto cada año, en honor a la memoria y deseo de Marlenee.

Se prepara ya una recolección de material escolar para que en el próximo años, en la cercanía del Día del Niño, los infantes que más necesitan pueda recibir útiles escolares que les permita seguir recibiendo la instrucción y educación que merecen sin tantas dificultades, que sean hombres y mujeres de provecho y buenos ciudadanos, diría en sus mensajes la maestra Marlenee y se está cumpliendo este sueño.

Este noble acto ha tocado el corazón de la comunidad y recordado que el amor trasciende la vida. La maestra Marlenee no solo enseñó en el aula, también dejó una última lección: que el verdadero homenaje es el que se convierte en esperanza para otros.

Por: Jesús Martínez