Santiago Papasquiaro, Durango. Con profundo dolor y consternación, el presbítero Víctor Manuel Solís, párroco del templo Santo Santiago Apóstol y figura clave dentro de la Iglesia católica en Durango, expresó su sentir ante el fallecimiento del Papa Francisco, a quien definió como «un extraordinario pastor, un líder de amor y bondad que supo guiar a los católicos del mundo en tiempos de gran convulsión social.»

Solís, quien durante años fue vocero de la Arquidiócesis de Durango, señaló que la partida del Sumo Pontífice representa una pérdida inmensa para toda la grey católica: “El Papa Francisco fue siempre luz y guía, un hombre sencillo y sabio que nos enseñó a construir un mundo más justo, con la mirada puesta en Cristo y el corazón abierto a la esperanza.”

En un mensaje cargado de fe y consuelo, el sacerdote aseguró que el legado del pontífice argentino permanecerá vivo en cada gesto de misericordia, en cada llamado a cuidar la «casa común» y en la profunda alegría de vivir el Evangelio: “Nos deja un camino, nos deja una misión. Frente al dolor de su partida, nos queda la responsabilidad de continuar su obra, con humildad y compromiso.”

Desde muy temprano y durante toda la semana, fieles santiagueros se acercaron al templo para compartir su tristeza y buscar palabras de aliento en el padre Víctor Manuel, quien les explicó los procedimientos que se seguirán durante las exequias del Papa y ofreció consuelo espiritual a quienes lloran esta irreparable pérdida.

«En momentos como este, la comunidad necesita estar unida, en oración, fortaleciendo la fe y recordando que en la muerte del Papa Francisco también está la promesa de la vida eterna,» concluyó el presbítero, visiblemente afectado por la noticia.

La voz del padre Solís, respetada y escuchada por cientos de fieles en la región, se convierte hoy en un faro de fe para enfrentar el duelo que enluta a la Iglesia católica a nivel mundial.