Local

El trabajo no debería ser una lucha por sobrevivir, sino una vía para vivir con dignidad.

01/05/2025 - Hace 4 horas en Santiago Papasquiaro

El trabajo no debería ser una lucha por sobrevivir, sino una vía para vivir con dignidad.

Local | 01/05/2025 - Hace 4 horas
El trabajo no debería ser una lucha por sobrevivir, sino una vía para vivir con dignidad.

Región Noroeste de Durango. A 139 años de la gesta obrera de Chicago, el 1° de mayo no es solo una fecha conmemorativa, es una herida abierta. La historia del Día del Trabajo se escribió con sangre, represión y dignidad en las calles de Haymarket, donde miles de trabajadores exigieron una jornada de ocho horas, un salario justo y el fin de condiciones laborales inhumanas. Hoy, ese legado sigue vivo porque las injusticias persisten.

El Día del Trabajo, celebrado cada 1° de mayo, tiene sus raíces en los eventos de Chicago en 1886, donde miles de trabajadores se manifestaron, estas protestas culminaron en una explosión en la plaza Haymarket, que dejó varios muertos y llevó a la represión de los trabajadores y la condena a muerte de algunos líderes del movimiento obrero. El 1° de mayo fue establecido como una jornada de lucha obrera internacional en 1889 por el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París.

En México, la lucha se remonta a 1913, cuando 20 mil obreros marcharon por las calles exigiendo sus derechos ante el gobierno de Victoriano Huerta. Aunque la fecha fue oficializada años después, la deuda histórica con la clase trabajadora sigue sin saldarse. En pleno 2025, millones de trabajadores mexicanos enfrentan condiciones precarias, salarios insuficientes, inequidad de género, explotación infantil y la creciente incertidumbre laboral.

En Durango, el tradicional desfile del 1 de mayo refleja tanto la resistencia como las fracturas del movimiento obrero. Este año, la ausencia de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) contrasta con la presencia confirmada de otros contingentes, como el SNTE. Las divisiones sindicales muestran que la lucha obrera también necesita unidad.

El trabajo sigue siendo, para muchos, una trinchera. Porque aún hay fábricas sin derechos, oficinas con acoso, campos con explotación infantil y calles donde se precariza la vida. El verdadero homenaje al Día del Trabajo no está en discursos vacíos, sino en compromisos reales por la justicia laboral.

Hoy más que nunca, el 1° de mayo debe ser una jornada de memoria, dignidad y exigencia. Porque mientras existan niños trabajando en condiciones riesgosas, mujeres con sueldos menores por el mismo trabajo y empleados sin seguridad social, la historia seguirá repitiéndose. Y la lucha, también.

Síguenos en: Google News Notigram
Autor
Foto del avatar

Jesús Salvador Martínez Zavala

Ing. Industrial. Maestría en Educación. Mi pasión la docencia y el periodísmo, importante escuchar la voz del pueblo, 40 años haciéndolo con mucho entusiasmo.

Últimas Noticias icon arrow right

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Notigram