Santiago Papasquiaro, Durango.- La semana pasada la Escuela Secundaria Técnica (EST) 32, vivió un incidente preocupante en el que tres jóvenes estudiantes consumieron Clonazepam, un medicamento controlado. El subdirector de la institución, Manuel Castro Santos, destacó la necesidad de una mayor colaboración por parte de los padres de familia para prevenir situaciones similares en el futuro.
Según el relato de Santos, uno de los estudiantes tomó el medicamento desde su hogar y luego invitó a otros dos a consumirlo. Cuando se produjo el incidente, se solicitó inmediatamente la asistencia de la Cruz Roja Mexicana, quienes atendieron a los afectados y los trasladaron al Hospital General.
El subdirector informó que uno de los estudiantes se encontraba en estado grave, ya que había consumido el medicamento directamente del frasco, mientras que los otros dos lo habían ingerido de manera diluida en una botella de agua.
Santos también mencionó que la institución lleva a cabo de manera periódica la «operación mochila», que implica la revisión de las pertenencias de los estudiantes. No obstante, hizo un llamado a los padres de familia para que colaboraran de manera más activa en la supervisión de sus hijos.
Con cerca de 900 alumnos, es imposible para la escuela mantener un control detallado en todo momento, subrayó. Por ello, se mantiene activo el programa «Escuela Segura», en el cual los padres de familia se ubican estratégicamente dentro de las instalaciones para vigilar y prevenir posibles incidentes.
Santos resaltó la importancia de construir una escuela segura y saludable, pero enfatizó que esto requiere la participación y apoyo activo de todos los padres de familia. La colaboración entre la institución educativa y los padres es fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar de los estudiantes.
Por: Rolando Herrera