Indignación por el cierre del Centro de Maestros «Prof. Bruno Martínez» en Santiago Papasquiaro
23/05/2025 - Hace 6 horas en Santiago PapasquiaroIndignación por el cierre del Centro de Maestros «Prof. Bruno Martínez» en Santiago Papasquiaro

Santiago Papasquiaro, Durango.-El Centro de Maestros «Prof. Bruno Martínez» con Clave 10FMB0005Z y número 1006, cerró sus puertas hace meses, lo que provocó la indignación de docentes, formadores y comunidades educativas del noroeste del estado de Durango.
Ubicado en la colonia España, al interior del complejo de las primarias Bruno Martínez 1 y 2, este centro fue un pilar fundamental para la capacitación de cientos de maestros y maestras de la región. Su cierre repentino dejó sin sede a numerosos programas de formación, diplomados y cursos esenciales para el desarrollo profesional docente.
“El argumento que nos dieron es infantil: que se jubiló el personal. ¿Y la Secretaría de Educación del Estado de Durango (SEED) no tiene más personal para enviarlo? Es una verdadera pena y una vergüenza para el sistema educativo estatal”, señalaron molestos maestros que se manifestaron inconformes con la medida.
El centro albergaba un vasto acervo bibliográfico, tanto físico como digital, que durante décadas fue fuente de consulta y crecimiento profesional. Hoy, ese patrimonio permanece cerrado y sin acceso, en completo abandono, mientras las autoridades educativas guardan silencio.
“Lejos de abrir más espacios para la capacitación docente, los están cerrando. Esto no solo representa un retroceso educativo para Santiago Papasquiaro, sino para toda la región noroeste del estado. Exigimos saber quién autorizó este atropello y por qué se tomó una decisión tan dañina sin consultar a los involucrados”, concluyeron los maestros.
La desaparición del Centro de Maestros Bruno Martínez representa no solo una pérdida física, sino simbólica: el desmantelamiento de un espacio de encuentro, reflexión y desarrollo pedagógico. En un contexto donde la educación requiere más apoyo que nunca, este cierre deja en evidencia un serio abandono institucional hacia los formadores del futuro.
Por: Jesús Martínez