Durango, Dgo. Jóvenes atletas duranguenses, quienes con esfuerzo, disciplina y orgullo representan al estado en el Macroregional de Atletismo celebrado en Tamaulipas, han sido víctimas de condiciones indignas y preocupantes que ponen en riesgo su salud física y emocional.

Después de un extenuante viaje de más de 12 horas en un autobús sin aire acondicionado, soportando temperaturas superiores a los 35 grados, los deportistas arribaron a la sede de la competencia con la esperanza de descansar y concentrarse para dar lo mejor en sus pruebas. Sin embargo, lo que encontraron fue una realidad alarmante: fueron alojados en un hotel en condiciones deplorables, sin agua, sin electricidad, con habitaciones infestadas de cucarachas y chinches.

“No hay agua, no hay luz, los cuartos están llenos de insectos. Dormir aquí es una pesadilla. Estamos agotados y nadie nos da respuestas”, expresó uno de los atletas a través de un comunicado anónimo, ante el temor de represalias por denunciar esta situación.

Este escenario no solo representa una falla grave en la logística y en el acompañamiento institucional, sino una violación al derecho de los jóvenes a competir en condiciones dignas. La situación ha generado profunda indignación entre padres de familia, entrenadores y miembros de la comunidad deportiva, quienes exigen una investigación inmediata y acciones contundentes por parte las autoridades correspondientes.

El abandono institucional no solo daña la integridad de los atletas, también desmotiva y afecta su rendimiento. Competir tras un viaje tortuoso, dormir en condiciones antihigiénicas y sin garantías mínimas de bienestar, no es solo una falta de respeto: es una afrenta al deporte duranguense.

Este medio hace un llamado urgente a las autoridades estatales y nacionales para que se atienda de inmediato esta situación, se brinde asistencia a los atletas en Tamaulipas y se implemente un protocolo estricto para supervisar las condiciones en las que las delegaciones representan a Durango en futuros eventos.

Porque el talento y la entrega de nuestros deportistas merece más que promesas vacías. Merecen respeto, condiciones dignas y el respaldo real de quienes aseguran promover el deporte.