Santiago Papasquiaro, Durango.- Durante el Jueves Santo en las calles de Santiago Papasquiaro ya se comenzaban a ver las calles solas y algunos negocios cerrados de diferentes giros; un día antes se podía apreciar mucho movimiento de carros recorriendo la cabecera municipal, aunque en su mayoría los negocios permanecieron cerrados, inclusive los supermercados que el pasado jueves solo abrieron hasta mediodía.

La famosa calzada José Ramón Valdez lució vacía, sin comerciantes que regularmente se postran sobre ésta para ofrecer su producto, que en su mayoría son vendedores de tacos o frituras, además de los ya clásicos boleros, que todos los días acuden a lustrar los zapatos de todo aquel que lo requiera. En estos días santos decidieron descansar y quedarse en casa.

En años anteriores, los santiagueros acudían a presenciar el Viacrucis viviente, el cual en la ciudad se había presentado durante aproximadamente 40 años y en esta ocasión no sería así, debido a la contingencia que actualmente se vive por el COVID-19.

Durante toda la semana, la Iglesia católica hizo algunas adecuaciones respetando las recomendaciones realizadas por las autoridades en cuestión de salud, todo esto para evitar algún contagio.

Y fue así como se vivió tanto el jueves como el viernes, un Santiago Papasquiaro prácticamente en silencio y con la ciudadanía en sus casas, algo que durante algunas semanas las autoridades recomendaron constantemente a la ciudadanía para que no salieron de sus hogares.