La Rosilla, Guanaceví, Dgo. Durante la visita, el gobernador y su esposa fueron recibidos con entusiasmo por los habitantes de 12 comunidades que se beneficiaron con cobijas, paquetes alimentarios y un ambiente festivo marcado por la tradicional partida de la Rosca de Reyes, un símbolo de unidad y esperanza.

Marisol Rosso, quien ha sido un pilar en el impulso de los programas sociales en el estado, recordó que Guanaceví es uno de los municipios más atendidos por su administración, destacando que, cada año se destinan más de 3 millones de pesos en apoyos alimentarios y en el funcionamiento de un comedor escolar. Además, mencionó los más de 1.5 millones de pesos que se invierten anualmente en proyectos y capacitaciones del programa Salud y Bienestar Comunitario.

Apoyo constante a la comunidad

El gobernador Esteban Villegas destacó que, con el apoyo de su esposa y el trabajo conjunto con las autoridades locales, más de 750 familias de la región se han visto beneficiadas con el operativo de apoyo invernal, que incluye cobijas, alimentos y asistencia social. “Sabemos que La Rosilla es el congelador de México, pero mi gobierno y el DIF Estatal, siempre estaremos al pendiente de nuestras amigas y amigos, de La Rosilla y todo Guanaceví” dijo el jefe del ejecutivo.

La visita a La Rosilla y las comunidades cercanas refleja el compromiso del Gobierno Estatal con los sectores más vulnerables, buscando siempre brindarles las herramientas necesarias para un mejor desarrollo. El gobernador reiteró que los apoyos y proyectos en marcha seguirán ampliándose para cubrir las necesidades de los guanacevenses, con un enfoque en la familia y sus necesidades.

Una celebración llena de esperanza

El Día de Reyes en Guanaceví fue, sin duda, un día especial para todas las familias que recibieron estos apoyos, marcando un nuevo comienzo lleno de esperanza y solidaridad. La fiesta continuó con la partida de la Rosca de Reyes, en la que participaron tanto los habitantes como las autoridades presentes, quienes compartieron un momento de convivencia.

Por: Jesús Martínez