Santiago Papasquiaro, Durango.- Los servidores de la nación continúan trabajando en el estado de Guerrero para llevar a cabo un censo que permita cuantificar los daños ocasionados por el huracán Otis. Esta iniciativa ha sido respaldada por la coordinación estatal tras la visita del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
David Correa, delegado regional de los programas del Bienestar en la región noroeste del estado de Durango, se encuentra entre los 11 servidores de la nación que se han sumado a una brigada de 44 personas provenientes de todo el estado. La brigada ha sido desplegada en la zona conocida como La Caleta, una península de la Bahía de Acapulco que sufrió el impacto severo del huracán categoría cinco Otis.
El propósito principal de este censo, realizado por los servidores de la nación, es entrevistar a los afectados para evaluar los daños tanto por medio de testimonios como de evaluación visual. Posteriormente, se procederá a la distribución de los apoyos. La meta es censar aproximadamente 274 mil viviendas en la zona, y más de 2 mil servidores de la nación han estado trabajando en Acapulco desde el 26 de octubre.
David Correa, informó que en términos de infraestructura pública no se han observado tantos daños significativos. Sin embargo, en las colonias y fraccionamientos, los daños se concentran principalmente en postes de luz caídos, árboles derribados y daños graves en viviendas, incluyendo techos levantados debido a los fuertes vientos. Además, se estima que la zona hotelera ha sufrido hasta un 95 por ciento de afectaciones graves.
El impacto psicológico en las personas afectadas por Otis ha sido notable. Las experiencias traumáticas y la pérdida de bienes personales han llevado a emociones abrumadoras en muchas personas. Además, se ha mencionado el temor a los saqueos, que ocurrieron principalmente en los primeros días después del huracán.
El delegado regional del bienestar, David Correa, confirmó que este huracán ha sido uno de los más destructivos en la historia de Acapulco, especialmente debido a los intensos vientos con los que impactó la Bahía.
La señora Laura Santiago Marino, junto a su esposo e hija, vivió momentos de temor en Acapulco cuando el huracán Otis tocó tierra. Las láminas del techo se levantaron debido a los fuertes vientos, y buscaron refugio en la recámara. Sin embargo, los techos se derrumbaron, y objetos cayeron dentro de la vivienda. Finalmente, encontraron seguridad en el baño, donde resistieron las ráfagas de viento de hasta 300 kilómetros por hora durante aproximadamente dos horas y media. Ahora, su casa ha quedado reducida a escombros, con solo los muros en pie y los muebles prácticamente destruidos.
Para aliviar la situación de las personas afectadas, se han acelerado las actividades de censo y se han iniciado las entregas de alimentos. Se proporcionará una canasta de 24 productos cada semana durante tres meses. Además, se planea la condonación del costo de la electricidad desde noviembre de 2023 hasta febrero de 2024, y se entregarán 8 mil pesos inmediatos para reparaciones de viviendas urgentes.
David Correa resaltó que gracias al censo ya se ha iniciado la entrega de apoyos especiales, que oscilan entre 35 mil y 60 mil pesos según la magnitud de los daños. Los servidores de la nación seguirán trabajando durante los próximos días para completar el censo en la zona afectada por Otis y contribuir a la recuperación de la comunidad.
Por: Rolando Herrera