La auditoría reproductiva se ha convertido en una herramienta indispensable para garantizar la rentabilidad y sostenibilidad de la ganadería bovina en Durango.
Según el médico veterinario Román Uviña, esta práctica permite evaluar la fertilidad de los animales, eliminando las vacas improductivas y asegurando que únicamente los ejemplares fértiles formen parte del hato reproductivo. Este enfoque no solo mejora la productividad, sino que también evita pérdidas económicas significativas.
Uno de los problemas más graves que enfrenta el sector es la matanza de vacas preñadas, un fenómeno que genera pérdidas de hasta 24 millones de pesos anuales en la capital del estado.
“En los rastros municipales, se sacrifican vacas gestantes semanalmente, lo que equivale a medio millón de pesos en pérdidas cada semana. Implementar auditorías reproductivas con técnicos capacitados podría revertir esta situación”, explicó Uviña.
Con tan solo dos técnicos revisando 200 vacas diarias, es posible auditar hasta 144,000 animales por año, lo que podría transformar la dinámica productiva de la región.
Manejo de carga animal: clave para la sostenibilidad
Otro aspecto fundamental para optimizar la ganadería bovina es el manejo adecuado de la capacidad de carga animal en los agostaderos. Este concepto se refiere al número de animales que un potrero puede sostener sin comprometer la calidad del forraje disponible.
Uviña subraya que el sobrepastoreo afecta tanto la sostenibilidad del terreno como la rentabilidad del rancho, ya que reduce la calidad y cantidad de alimento disponible.
Para garantizar el equilibrio, es esencial mejorar los potreros, implementar rotaciones de pastoreo y dar tiempo suficiente para que las pasturas se regeneren. Estas prácticas no solo aseguran que los animales cuenten con alimento de calidad durante todo el año, sino que también incrementan la productividad y reducen la necesidad de comprar forraje externo, lo que mejora la economía de la finca.
“El día que los ganaderos no necesiten comprar pastura adicional, significará que estamos manejando adecuadamente la carga animal. Este enfoque beneficia tanto a los animales como a los productores”, afirmó Uviña.
Vacunación preventiva: mayor fertilidad y salud
La vacunación del ganado es otro pilar esencial para mejorar la rentabilidad. Enfermedades virales como la diarrea viral bovina (DVB) y la influenza pueden causar abortos y reducir significativamente las tasas de concepción.
Según Uviña, proteger al hato contra enfermedades virales, clostidiales y venéreas puede aumentar la fertilidad hasta en un 30%.
Además, las enfermedades clostidiales, que proliferan en ambientes húmedos, requieren una atención especial antes de la temporada de lluvias.
Uviña enfatizó que la vacunación no solo protege la salud del ganado, sino que también garantiza una mayor productividad a largo plazo. Por otro lado, las enfermedades venéreas, como la fibrosis, pueden transmitirse sexualmente, lo que hace indispensable incluir este tipo de vacunas en los programas de prevención.
Mejora genética y selección de reemplazos
La selección de reemplazos y la mejora genética son pasos cruciales para asegurar la sostenibilidad del sector ganadero. Elegir vaquillas con buena genética, provenientes de madres con alta habilidad materna y sin problemas reproductivos, garantiza la calidad del hato.
Asimismo, Uviña recomienda evitar la práctica de empadrar vaquillas demasiado jóvenes, ya que esto puede afectar su desarrollo y longevidad reproductiva. Lo ideal es empadrarlas cuando alcancen el 70% de su peso adulto, asegurando así su óptimo rendimiento.
Por último, el veterinario señaló que castrar vaquillas con alto potencial genético, como las de razas Angus o Brangus, representa una pérdida para el sector. En su lugar, se debe apostar por la mejora genética, eliminando animales improductivos y seleccionando los más fértiles.
Conclusión
La implementación de prácticas como la auditoría reproductiva, el manejo adecuado de la carga animal, la vacunación preventiva y la selección genética puede transformar la ganadería bovina en Durango. Estas acciones no solo mejoran la rentabilidad, sino que también promueven la sostenibilidad del sector. Con el compromiso de los ganaderos y el apoyo de las autoridades, el futuro de la ganadería en la región será más próspero y eficiente.