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Canícula 2025; fenómeno que amenaza a los campesinos de Durango

11/05/2025 - Hace 2 días en Durango Estado

Canícula 2025; fenómeno que amenaza a los campesinos de Durango

Local | 11/05/2025 - Hace 2 días
Canícula 2025; fenómeno que amenaza a los campesinos de Durango

El campo duranguense se encuentra nuevamente bajo amenaza. De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Conagua, la canícula 2025 —un fenómeno climático que reduce drásticamente las lluvias durante el verano— podría volver a presentarse desde mediados de julio y hasta finales de agosto, lo que encendería las alarmas en una de las regiones agrícolas más vulnerables del norte del país.

La canícula es una sequía corta, pero intensa, que se manifiesta justo en medio de la temporada de lluvias. Su aparición implica una drástica reducción de precipitaciones y un incremento de las temperaturas diurnas, afectando directamente a cultivos que dependen de una humedad constante para sobrevivir y desarrollarse.

En 2024, la canícula golpeó con fuerza al estado de Durango. Según explicó Víctor Hugo Randeles, jefe del Departamento de Meteorología e Hidrología de Conagua, en el programa Aquí hay Campo, transmitido por Canal 15, en agosto solo cayó el 40% de la lluvia habitual. Este descenso provocó que muchos cultivos de temporal no alcanzaran la madurez, lo que derivó en pérdidas económicas significativas para los campesinos que ya habían sembrado con optimismo tras un buen arranque de lluvias en junio y julio.

“El año pasado, agosto fue catastrófico. Llovió muy poco, y lo poco que cayó fue mal distribuido. Esa irregularidad nos afectó directamente en la producción”, detalló Randeles.

Suelo seco y sin capacidad de retención

Sin embargo, el problema no es únicamente la falta de lluvia. Durante la misma emisión del programa, expertos como Evenor Cuéllar, ex investigador del INIFAP, y Manuel Espinoza, presidente del Sistema Cebada, advirtieron que los suelos agrícolas de Durango están agotados, con niveles de materia orgánica por debajo del 1%, lo que impide que el agua se infiltre y retenga.

“El agua ya no penetra, corre por la superficie y se va, arrastrando tierra fértil. No tenemos estructura en el suelo y eso nos hace perder lo poco que cae”, comentó Espinoza.

Por su parte, Cuéllar explicó que, aunque el volumen total de lluvia en 2024 fue del 87% del promedio anual, la degradación ambiental impide su aprovechamiento. “Los potreros están pelones, los agostaderos sin pasto. La falta de cobertura vegetal hace que todo se pierda en escorrentías”, advirtió.

La alerta para 2025

Según el pronóstico actualizado de la Conagua, junio de 2025 traerá buenas lluvias, con una estimación de 152 mm, un 30% por encima del promedio histórico de 117.2 mm. Para julio, se espera una cantidad de lluvia cercana a lo normal (99 mm).

Pero es en agosto donde el panorama se vuelve incierto. Los modelos climáticos no permiten pronósticos confiables más allá de tres meses, y aunque no se ha confirmado oficialmente la repetición de la canícula, la posibilidad está latente.

“Hay señales que nos preocupan. Si vuelve a presentarse una canícula como la del año pasado, los más afectados serán, otra vez, los campesinos que dependen del temporal”, dijo Jorge Pérez, presidente de Fundación Produce.

A esto se suma el pronóstico de temperaturas máximas entre 2 y 3 grados por encima del promedio para los meses de mayo, junio y julio, lo que podría acelerar la evaporación del poco agua que logre retenerse en los cultivos y bordos.

La sequía no da tregua

Durango inició 2025 con una severidad de sequía acumulada. De acuerdo con el reporte oficial, 36 de los 39 municipios del estado están afectados por algún grado de sequía. De ellos, 14 presentan sequía severa y 8 padecen sequía extrema. Solo tres municipios están libres de afectación.

En los primeros cuatro meses del año no se registraron lluvias significativas, y aunque algunas lloviznas aisladas se reportaron en mayo, no representan beneficio agrícola alguno.

Las presas del distrito de riego están actualmente en niveles aceptables gracias a las lluvias torrenciales de septiembre de 2024, pero las presas más grandes del estado, como Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco, siguen con niveles por debajo del 40%, lo que pone en riesgo el abastecimiento en caso de una temporada adversa.

Campesinos en incertidumbre

En las zonas rurales del estado, el temor a una repetición de la canícula ya se hace sentir. “Nos pasó lo mismo el año pasado: sembramos con fe en junio, se veía bien en julio… y en agosto no cayó ni media lluvia”, comenta don José María López, campesino de Guadalupe Victoria.

“Perdí el maíz, el frijol no cuajó y no saqué ni para la semilla. ¿Cómo vamos a seguir así?”, se pregunta. Como él, miles de productores enfrentan un escenario climático incierto, sin apoyos suficientes ni infraestructura para captar el agua de lluvia.

Conclusión:

La canícula 2025 podría significar un nuevo golpe para los campesinos de Durango, especialmente si no se toman medidas urgentes para restaurar suelos, construir obras de captación y brindar apoyos técnicos al campo. El clima ya no responde a los ciclos tradicionales, y mientras no se transforme la manera en que se prepara y protege la tierra, cada año será una apuesta riesgosa para quienes viven del temporal.

Por: Antonio Gaytán

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Antonio Gaytan

Treinta años en radio y televisión, reportero de Notigram TV y conductor del noticiero matutino de Canal 15.

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