La diputada local del PRI, Sughey Torres, criticó enérgicamente las declaraciones de la legisladora morenista Delia Enríquez, quien acusó al arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz, de estar involucrado en una investigación por abuso de menores. Torres calificó dichas afirmaciones como «difamatorias» y «una estrategia para desviar la atención» de los actos vandálicos ocurridos el pasado 8 de marzo en la ciudad.

• El pasado martes 11 de marzo de 2025, la diputada local Delia Enríquez, de Morena, al ser cuestionada sobre el debate sobre la despenalización del aborto en el Congreso local y la opinión en contra de esta iniciativa por parte del arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz; la legisladora morenista declaró que el arzobispo está involucrado en una carpeta de investigación por abuso de menores y que, la Iglesia Católica, lo envió a la entidad duranguense para protegerlo.

A través de un comunicado publicado en sus redes sociales, Torres enfatizó que «la inmunidad parlamentaria no es sinónimo de impunidad» y advirtió que los representantes populares deben actuar con «seriedad y responsabilidad» en lugar de recurrir a «provocaciones que solo generan división y polarización social».

La diputada priista afirmó que la fe de miles de duranguenses no debe utilizarse como «moneda de cambio» en disputas políticas. Asimismo, destacó que, en lugar de asumir una postura responsable frente a los desmanes ocurridos el 8 de marzo, Enríquez optó por «desacreditar a líderes religiosos para desviar la discusión hacia un conflicto que no le corresponde».

Finalmente, Torres reiteró su compromiso con la verdad, la justicia y la paz social, señalando que no permitirá que la difamación se convierta en una herramienta de distracción política. «Durango merece representantes comprometidos con la verdad y no con discursos incendiarios», concluyó.

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