Al cuestionar al padre Noe Soto, Vocero de la Arquidiócesis en Durango sobre la influencia que tiene la iglesia en la política, el sacerdote respondió que efectivamente tiene su peso, representan a un gran número de personas y de fieles, por este motivo la iglesia sí influye en el ámbito político.
Manifestó que las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), aseguran que el 86 por ciento de los mexicanos se declaran católicos y al estar como representantes de la religión, tienen detrás a ese gran conjunto de personas.
Sin duda alguna, tenemos una voz que debe ser escuchada, así como los colectivos, sindicatos, asociaciones, la iglesia católica también está y estamos representados por nuestros diputados, senadores y claro que influye, afirmó. Se dice mucho que “al Cesar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, y mi respuesta es que a Dios le importa mucho lo humano y en lo humano también nosotros tenemos cabida.
Noe Soto, mencionó que el arte de la política es para ayudar y buscar el bien social, el bien común y no son ajenos a ellos. En la antigüedad se decía que los políticos tenían que ser los sabios. “Yo también soy un ciudadano, tengo el deber y el derecho de votar y lo ejerzo de manera puntual”, aseguró. Como ministro de culto no puede hablar a favor de algún partido político o de alguna persona pero tengo derecho, así como a ser representado políticamente, así que también puedo estar dentro de la política.
De igual manera, se le cuestionó sobre la corrupción y aseguró que es posible acabar con esta pero tendríamos que cambiar generacionalmente, lamentablemente nuestra generación está muy amañada y si tenemos la oportunidad de aprovecharnos pues lo hacemos dijo, pero si enseñamos valores a la siguiente generación es posible acabar con la corrupción.
Conozco países que han logrado acabar con la corrupción, Suecia, Alemania, Noruega, pero lamentablemente, el acabar con la corrupción no lo verán nuestros ojos, hay que ser objetivos, aclaró.
El vocero de la Arquidiócesis, aseguró que un alto porcentaje de políticos son buenos pero tristemente el sistema lo afecta y no los deja trabajar; el 70 por ciento de los políticos son confiables, desgraciadamente el sistema en el que están metidos muchas ocasiones no les permite todo, no los dejan desarrollar sus buenas intenciones y vienen las consecuencias.
“El justo es como una piedra en el zapato de todos los injustos, si alguien denuncia malas prácticas lo sacan del equipo, lo eliminan”. Finalmente dijo que le da tristeza el poder que tiene el narco, grupos políticos, al paso que vamos no es el camino correcto para acabar con la corrupción, si se puede pero es difícil.